Cancún.- El sonido se repite cada 16 días en los instrumentos del observatorio. El ruido sigue un patrón que se puede predecir. La potente señal rebota en la Tierra desde el espacio profundo y los científicos no tienen la certeza de lo que es. 

En la Universidad de la Columbia Británica, en Canadá, los investigadores analizan dicho conjunto de ráfagas de radio (FRB) que llegan a sus instrumentos para determinar qué las produce. Es la primera vez que ellos han visto este fenómeno todavía inexplicable y que algunos pudieran considerar como “señales alienígenas”. 

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Sin embargo, los hombres de ciencia descartan a la primera que se trate de pulsaciones de vida inteligente extraterrestres. El rigor no sólo les obliga, sino que existen razones astrofísicas más creíbles, muy distintas a las que reproducen los cazadores de ovnis. 

En el documento de la investigación, los canadienses asientan que el patrón de 16 días que siguen estas ondas son una pista importante para determinar su naturaleza. 

El grupo de científicos (que firman el documento “Actividad periódica de una fuente de ráfaga de radio rápida”) considera que las FRB viajan 500 millones de años luz, por lo que su lugar de emisión estaría fuera de nuestra galaxia. Las ráfagas, en tanto, son generadas por un sistema binario de galaxias o estrellas en colisión o la acción de un agujero negro engullendo el espacio. 

Según Wikipedia, una ráfaga rápida de radio es se define como un “fenómeno astrofísico de energía de origen desconocido que se manifiesta como un pulso de radio fugaz que dura en promedio unos pocos milisegundos”. 

Lo interesante de este hallazgo es que la señal aparece y desaparece siguiendo distintos períodos de tiempo que los científicos pueden aprender y predecir, lo que agrega más misterio a su descubrimiento. 

“También podría ser posible que los vientos  o las interrupciones de las mareas del agujero negro bloqueen la señal durante los períodos de silencio”, señalan.