Así se ve un agujero negro: revelan la primera imagen
El aspecto de este enigmático objeto fue presentado por un equipo de más de 200 científicos.
Agencia
CIUDAD DE MÉXICO.- La imagen de uno de los objetos más enigmáticos de nuestro cosmos, un agujero negro, fenómeno predicho por la teoría pero jamás observado directamente, fue presentada el miércoles al mundo, una primicia en la historia de la astronomía.
Se trata de un círculo oscuro en medio de un disco resplandeciente, que ha sido publicada por un equipo internacional de más de 200 científicos.
El cuerpo en cuestión está en el centro de la galaxia Messier 87 (M87), a una distancia de 55 millones de años luz. Hasta ahora, la existencia de estos objetos extremadamente densos se conocía solo por métodos indirectos, pero nunca se había observado uno.
Los agujeros negros son cuerpos astronómicos tan masivos que generan un campo gravitatorio del cual no escapa ninguna partícula, ni siquiera la luz.
Los investigadores han creado la imagen histórica unificando datos registrados por una red de ocho radiotelescopios repartidos por todo el mundo. Juntos actúan como una sola antena parabólica del tamaño de la Tierra, llamada Telescopio Horizonte de Sucesos (EHT, por sus siglas en inglés).
Con esta imagen, los científicos han constatado que las ecuaciones de la gravedad se sostienen incluso bajo las condiciones extremas en torno al agujero negro y Einstein ha vuelto a salir indemne.
“Hemos medido que [el horizonte de sucesos] es extremadamente circular. Concuerda muy bien con las predicciones de la relatividad de Einstein”, ha dicho en la rueda de prensa José Luis Gómez, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA).
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Los científicos ponen fin al suspense que desde hace días agitaba a los apasionados de la astronomía, al anunciar el resultado de un proyecto inédito destinado a captar la primera imagen de un agujero negro.
Un agujero negro es un objeto celeste que posee una masa extremadamente importante en un volumen muy pequeño. Como si la Tierra estuviera comprimida en un dedal o el sol únicamente midiera 6 km de diámetro, explicó recientemente a la agencia AFP Guy Perrin, astrónomo del Observatorio de París-PSL.
Hasta ahora, los agujeros negros han sido teorizados, modelizados e incluso detectados mediante pruebas indirectas, pero nunca observados. Hasta ahora.
¿Cómo verlos si los agujeros negros son invisibles?
Los astrónomos buscan observar este “monstruo” por contraste, es decir, gracias al fondo brillante que forma la materia que lo envuelve.
Por lo tanto, no se pueden observar directamente. Además, la fuerza de gravedad que emana del agujero negro es tan fenomenal que no se ha logrado recrear en laboratorio.
En abril de 2017, ocho telescopios en el mundo, unidos gracias al proyecto Telescopio del Horizonte de Sucesos (o Event Horizon Telescope, EHT, en inglés), colocaron en su punto de mira de forma simultánea dos agujeros negros: Sagittarius A*, en el centro de la Vía Láctea, y su congénere de la galaxia M87. Con un objetivo: tratar de obtener una imagen.
Desde entonces, la comunidad científica espera los resultados.
Existen de dos tipos de agujeros negros:
Los agujeros negros estelares, que se forman al final del ciclo de vida de una estrella y que son extremadamente pequeños: tratar de observar los más cercanos equivaldría a buscar distinguir una célula humana en la luna.
Los agujeros negros supermasivos, se hallan en el centro de las galaxias y su masa está comprendida entre un millón y miles de millones de veces la del sol.
Los agujeros negros empezaron a crearse muy temprano en el universo, junto a las galaxias, por lo que “engordan” desde hace 10 mil millones de años. Pero su formación sigue siendo un misterio.
Gas y trozos de estrellas giran en espiral alrededor del agujero negro -el denominado disco de acrecimiento- para acabar penetrando, generando un haz brillante ultravioleta.
“Cuando un agujero negro empieza a aspirar la masa, esta última se calienta enormemente, brilla y emite luz”, explica Paul McNamara, responsable científico en la Agencia Espacial Europea del LISA Pathfinder, un futuro observatorio espacial.
A falta de poder observar un agujero negro, los astrónomos tratan de ver la zona de no retorno, el límite a partir del cual lo que sucede es inaccesible; en definitiva, el contorno del monstruo.
(Con información de El País y López-Dóriga Digital)