Brote pone en alerta al mundo; mata en 90 días y es inmune a fármacos

La Candida auris se ha vuelto tan resistente que mata a su huésped y se mantiene en el ambiente.

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La propagación de este hongo se ha mantenido en secreto por autoridades para evitar que se considere un foco de infección. (Imagen ilustrativa/Pixxabay)
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Agencia
ESTADOS UNIDOS.- Un anciano fue internado en un hospital de Brooklyn para una cirugía en el abdomen, pero los médicos descubrieron en su cuerpo un nuevo y altamente mortal germen que causa la muerte en sólo 90 días.

De acuerdo a RT, el hongo llamado Candida auris  se está propagando por todo el mundo. Recientemente, C. auris llegó a Nueva York, Nueva Jersey e Illinois, lo que provocó que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) lo añadieran a una lista de gérmenes clasificados como “amenazas inmediatas”.

El anciano murió en ese hospital, pero el C. auris no lo hizo. Las pruebas lo detectaron en todos los rincones de su habitación, en una forma tan invasiva que el hospital requirió un equipo especial de limpieza y tuvo que quitar parte de las losetas del piso y el techo para erradicarla.

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El C. auris es inmune a los principales fármacos antimicóticos, lo que lo convierten en un nuevo ejemplo de una de las amenazas a la salud más intratables del mundo.

Durante décadas, los especialistas en salud pública han advertido que el uso indiscriminado de antibióticos estaba disminuyendo la eficacia de los fármacos contra las bacterias y también contra los hongos.  

Algunos científicos mencionan pruebas de que el uso cada vez mayor de fungicidas en los cultivos está contribuyendo a la aparición de hongos resistentes a los medicamentos que infectan al ser humano. 

Pese a que el problema está aumentando, hay poco conocimiento por parte de la población, debido a que la existencia de infecciones resistentes con frecuencia se mantiene en secreto.

Los hospitales y los gobiernos locales son renuentes a publicar la aparición de los brotes, tanto de bacterias como de hongos, por temor a que los consideren focos de infección.

Otras cepas destacadas del hongo Candida no han desarrollado una resistencia importante a los fármacos, pero más del 90 por ciento de las infecciones causadas por C. auris son resistentes al menos a un medicamento, y el 30 por ciento son resistentes a dos o más fármacos, afirmó el CDC.

Según el CDC, casi la mitad de los pacientes que contraen C. auris fallecen en 90 días. No obstante, los especialistas a nivel mundial no han determinado de dónde vino en primera instancia. 

A finales de 2015, Johanna Rhodes, especialista en enfermedades infecciosas de la Escuela Imperial de Londres, recibió una llamada de emergencia del Royal Brompton Hospital en las afueras de Londres. C. auris llevaba meses instalado ahí y el hospital no podía deshacerse de él.  

Para finales de junio de 2016, un artículo científico informó acerca de “un brote en curso de 50 casos de C. auris” en el Royal Brompton, y el hospital tomó una medida extraordinaria: cerró su sala de terapia intensiva durante once días, una vez más, sin hacer ninguna declaración.

Sin embargo, poco se supo del asunto a nivel internacional, aunque ya había comenzado un brote incluso más grande en Valencia, España, en el Hospital Universitario y Politécnico de La Fe. Al igual que el Royal Brompton, este hospital español no emitió ningún comunicado, y aún no lo ha hecho. 

Los funcionarios de salud señalan que publicar la presencia de brotes atemoriza a los pacientes por una situación acerca de la cual no pueden hacer nada, en especial cuando los riesgos no son claros. “Ya es lo suficientemente difícil para los especialistas en atención médica descifrar estos organismos”, comentó Anna Yaffee, quien trabajaba en el CDC como investigadora en materia de brotes. “En verdad es imposible comunicarlo a la población”.    

La primera vez que los médicos se encontraron con C. auris fue en el año 2009 en Japón; estaba en el oído de una mujer (auris quiere decir oído en latín). En ese momento, parecía un primo inocuo de las infecciones micóticas comunes fácilmente tratables. Tres años después, apareció en Nijmegen, en los Países Bajos, en un resultado poco común de una prueba en el laboratorio del microbiólogo Jacques Meis, quien estaba analizando una infección en el torrente sanguíneo de dieciocho pacientes procedentes de cuatro hospitales de India. Pronto empezaron a surgir cada mes nuevos grupos de C. auris en diferentes partes del mundo.    

Cuando los investigadores del CDC compararon el genoma entero de muestras de auris de India, Pakistán, Venezuela, Sudáfrica y Japón, descubrieron que su origen no era de un solo lugar, y que no había solo una cepa de auris. La secuencia del genoma mostró que había cuatro versiones diferentes del hongo, con diferencias tan grandes que indicaban que estas cepas se habían separado hacía miles de años y que habían surgido como patógenos resistentes de cepas inofensivas del medioambiente en cuatro lugares diferentes al mismo tiempo.  

Existen diferentes teorías sobre lo que sucedió con C. auris. Meis, el investigador neerlandés, señaló que él pensaba que los hongos resistentes a los medicamentos se estaban desarrollando debido al uso excesivo de fungicidas en los cultivos.

A Meis le interesaron los hongos resistentes cuando escuchó sobre el caso de un paciente en los Países Bajos de 63 años que falleció en 2005 a causa de un hongo llamado Aspergillus. Se comprobó que era resistente a un tratamiento antimicótico de vanguardia llamado itraconazol. Ese fármaco es prácticamente una copia de los pesticidas de azol que se espolvorean en los cultivos de todo el mundo. 

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