Aprende a poner límites y evita tensiones familiares en Navidad
Diciembre no solo trae reuniones familiares, sino también altos niveles de estrés y ansiedad.
La Navidad es, para muchos, una época de alegría y celebración. Las luces, los brindis y el espíritu de paz parecen envolverlo todo. Sin embargo, no todos viven estas fechas con la misma emoción.
Para algunas personas, diciembre no solo trae reuniones familiares, sino también altos niveles de estrés y ansiedad.
"Las personas que consultan empiezan a referir en sesiones, ya que va a entrar diciembre, que la fecha o temporada les genera depre, melancolía, por distintas razones", señala la psicóloga Nabil Ibarra, terapeuta de pareja y familia.
En algunos hogares, las cenas y encuentros navideños pueden ser escenarios de tensiones. Comentarios inoportunos o agresivos, críticas sobre el cuerpo, el estilo de vida, la elección de pareja, el trabajo o la decisión de tener hijos, son ejemplos comunes que generan incomodidad.
Estas actitudes suelen convertir lo que debería ser un momento de unión en una experiencia desagradable.
Además, hay quienes enfrentan desafíos más profundos. Para algunas personas, compartir espacio con familiares que en el pasado los han violentado -como casos de abuso sexual en la infancia o agresiones de los propios padres- puede ser una experiencia dolorosa y difícil de manejar.
"En muchos casos fueron padres ausentes, negligentes, maltratadores, que no dieron cariño, apoyo", dice Carmen Ortiz Flores, psicóloga de terapia familiar y pareja.
Y aunque hay quienes preferirían no acudir a la cena navideña o de fin de año para evitar estas situaciones, las presiones sociales no lo permiten tan fácil. Las especialistas consideran que se ha idealizado la Navidad como una época de armonía y unión, siendo casi una tarea obligada pasarlo en familia.
"Seas de la religión que seas, o si no eres de ninguna, por todos lados está: tiempo de perdón, tiempo de amar, tiempo de armonía", indica Ortiz. "Hay culpa: '¿cómo no voy a ir?, son mis papás, ¿cómo los voy a dejar?'. Es como un mandato".
RECUERDA QUE TÚ ERES PRIMERO
Algunos estudios han encontrado que el incremento en los niveles de estrés y ansiedad es bastante común durante las épocas navideñas. Incluso existe el término en inglés ‘holiday blues’ para referirse al tema.
En caso de sentir que la convivencia familiar en estas fechas representa más estrés que alegría, las terapeutas recomiendan enfocarse en el bienestar personal.
“Hay que normalizar el priorizarnos a nosotros mismos”, enfatiza Ortiz. “¿Cómo me voy a sentir yo? No mi mamá, ni mi papá, ni mi hermano. Si no te vas a sentir a gusto por cualquier cosa, es importante saber que tú eres primero que todos los demás”.
En ese sentido, Ibarra recomienda reflexionar sobre las creencias que se tienen respecto a estas fechas y sobre la familia. Si para alguien es muy importante pasar Navidad con los familiares y desea hacerlo a pesar de las situaciones no muy agradables que puede enfrentar, hay que considerar que las acciones de otras personas no se pueden controlar.
"Es importante recordar que nada de lo que hagan los demás podemos cambiarlo, pero que sí podemos decidir cómo me voy a cuidar de eso", apunta.
PREOCUPACIONES NAVIDEÑAS DE LOS ADULTOS
Un estudio realizado en 2023 por la Asociación Estadounidense de Psicología encontró que casi 9 de cada 10 adultos reportan preocupaciones por no tener suficiente dinero, extrañar a seres queridos que fallecieron y los posibles conflictos familiares que puedan surgir.
Otras de las razones que suelen ser motivo de estrés son las expectativas de divertirse, problemas alimenticios, la soledad y el incremento en la presencia del alcohol.
SE VALE DECIR 'NO': APRENDE A PONER LÍMITES
Como parte del cuidado personal, también recomiendan aprender a establecer límites.
Si surge una situación incómoda o de violencia, donde alguien hace un comentario inoportuno o preguntas invasivas, es válido poner un alto.
"En caso de comentarios que incomoden, que hablen de tu cuerpo, de tu falta de hijos, de tu falta de pareja, de algo que tenga que ver contigo, no sólo es válido, sino necesario, poner un límite sano y decir cortésmente: 'de ese tema no hablo, ese tema es privado'", señala Ortiz.
También es válido decidir ir sólo un rato, retirarse en caso de una situación que disguste o simplemente no asistir.
CUIDADO CON TUS PALABRAS
La sugerencia de las expertas para vivir estas fechas en armonía es practicar el respeto y cuidar las palabras que se dicen: evitar hacer cuestionamientos personales, involucrarse en temas donde no se es requerido y no comentar sobre el cuerpo de otros.
Así como recordar que si alguien quiere compartir algo sobre su vida, será esa persona quien tomará la iniciativa, y en caso contrario, hay que mantenerse al margen.
"Todas nuestras preguntas, palabras y conversaciones pueden tener un impacto en la otra persona", enfatiza Ibarra. "Puede ser nuestro familiar a quien conocemos desde hace muchos años, pero no sabemos realmente lo que está viviendo cada persona sentada en la mesa".
Con información de Reforma