Aumenta 10% la población de cotorras endémicas de Chihuahua
La cotorra serrana occidental cuenta con plumaje verde brillante con detalles rojos y un pico negro.
La cotorra serrana occidental, un loro de plumaje verde brillante con detalles rojos y un pico negro, es una especie endémica de Chihuahua que enfrenta un grave peligro de extinción desde 1995, principalmente debido a la pérdida de su hábitat natural.
Sin embargo, los esfuerzos conjuntos para su conservación están comenzando a mostrar resultados alentadores. El último censo reportó una población aproximada de 2 mil 500 ejemplares, lo que representa un aumento del 10% en comparación con los registros de hace 12 años.
Este avance es fruto del trabajo de la Organización Vida Silvestre (OVIS), con sede en Nuevo León, y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Estas instituciones llevan más de una década implementando estrategias para proteger y recuperar esta emblemática especie.
En una entrevista Sergio Jiménez, director ejecutivo de la Organización Vida Silvestre, comentó que:
"La población ha ido incrementando en comparación con un censo que se hizo hace 12 años. Es una gran noticia. En este tipo de proyectos los resultados no son inmediatos, y creo que estamos viendo el resultado de todas estas acciones que hemos llevado a cabo".
Creada en 1996, OVIS se dedica a la conservación de ecosistemas y especies silvestres en diferentes zonas de México. Han trabajado con águila real, perrito de la pradera, lobo gris mexicano, murciélagos y oso negro, entre otros.
La cotorra serrana occidental es endémica de Chihuahua. Se caracteriza del resto de los loros por alimentarse de semillas de conos de pináceas, lo que lo convierte en un animal que cumple un rol importante en la conservación de los bosques.
"Al consumir estas semillas se encargan de dispersarlas en diferentes zonas del bosque y con esto es, digamos, una reforestación natural, como se hizo a través de los años y que se ha perdido por la baja población de la especie", explica Jiménez.
Y los bosques, a su vez, brindan diferentes servicios ecosistémicos como la captación de agua y la mitigación de los efectos del cambio climático.
El trabajo de recuperación ha consistido en una colaboración cercana con las comunidades locales para impulsar el aprovechamiento de los recursos de forma sostenible, así como el monitoreo de las especies a través de transmisores satelitales, algo que realizan con apoyo del Zoológico de San Diego.
"A través de la señal satelital podemos estar monitoreando sus movimientos, en qué temporada del año utilizan ciertas zonas de la sierra, zonas de anidamiento, de alimentación, de reproducción", detalla el director de OVIS.
Se espera que en los próximos años la población continúe creciendo.
Nuevo León, al igual que Chihuahua, alberga una especie de cotorra endémica conocida como la serrana oriental, que lamentablemente también se encuentra en peligro de extinción.
Por otro lado, en los últimos años, Monterrey ha sido testigo de un notable incremento en la población de otras especies de loros en plazas y parques. Entre ellas destacan el loro cabeza amarilla y el llamativo loro corona lila.
Con información de Reforma