Consecuencias de estar todo el día en casa
Tu cuerpo comenzará a sufrir los estragos…
Agencia
CIUDAD DE MÉXICO.- ¿Es bueno o malo estar todo el día dentro de casa? La respuesta es muy simple: no es bueno estar todo el día en casa. Quizá con un sólo día de encierro no pasará nada, pero si esto se vuelve recurrente, tu cuerpo comenzará a sufrir los estragos, informa el portal de ciencia y tecnología Muy Interesante.
Consecuencias de pasar todo el día encerrado
No hay exposición al sol: la luz solar tiende a mejorar el estado de ánimo y ayuda a la producción de la vitamina D –necesaria para la regulación del sistema inmunológico–.
Desregulación del ritmo circadiano: éste ayuda a la regulación del apetito, los ciclos de sueño, apetito y niveles de energía.
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No se convive tanto con la naturaleza: se ha probado que pasar tiempo con el ambiente natural puede ayudar con síntomas de depresión, aumento de energía y las relaciones sociales.
Un estudio de la Universidad de Glasgow mostró que quienes se ejercitan en parques o entre la naturaleza tienen un menor riesgo de tener mala salud.
Puede que muchas veces no quieras salir, y está bien, es válido, o puede que trabajes desde casa. Sin embargo, no hagas de esta actividad un hábito, busca momentos del día en los que salgas a ejercitarte o a caminar y convivir con la naturaleza, verás cómo cambia y beneficia a tu salud.
Otra forma de combatir la depresión
Uno de los frutos rojos más amado y odiado por muchos son las fresas. A pesar de tener un sabor que a la mayoría satisface, también contienen altos residuos de plaguicidas, tal como lo ha demostrado el Environmental Working Group, que realiza una lista de las frutas que tienen esas sustancias tóxicas.
De acuerdo con información del portal de noticias Muy Interesante, esta popular fruta es benéfica para la mayoría de la gente por sus antioxidantes –siempre y cuando no sean alérgicos a ella–.
El folato, un componente de las fresas ayuda a prevenir la formación de un exceso del aminoácido homocisteína en el cuerpo, lo que impide que la sangre y otros nutrientes lleguen al cerebro. Este aminoácido interfiere con la producción de serotonina, dopamina o norepinefrina, las que regulan el estado de ánimo, el sueño y el apetito.