Durante años, los expertos en salud han subrayado la importancia de dormir entre 7 y 8 horas diarias para mantener un estado de salud óptimo. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Sleep sugiere que la regularidad en los horarios de sueño es tan crucial, si no más, que la cantidad de horas dormidas.

Los investigadores concluyen que mantener una rutina constante, es decir, acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, puede tener un impacto más significativo en la calidad del sueño y en la salud general de una persona.

El estudio revela que la coherencia en los horarios de sueño ayuda a estabilizar el ritmo circadiano, el reloj biológico que regula los ciclos de sueño y vigilia. Cuando este ciclo se desregula, puede dar lugar a problemas de salud a largo plazo.

"Nuestros resultados muestran que la regularidad del sueño es un factor clave para lograr un descanso reparador", afirma uno de los autores del estudio. Además, se señala que es más beneficioso dormir a la misma hora cada día que tener un horario variable, incluso si la duración total del sueño es la misma.

Las implicaciones de este hallazgo son significativas, ya que la falta de una rutina de sueño constante puede llevar a fatiga, estrés, problemas de concentración y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas. Las personas con horarios de sueño irregulares son más propensas a sufrir alteraciones en su estado de ánimo y en su capacidad de atención.

Consejos para mejorar tu sueño

Para aquellos que deseen mejorar su calidad de sueño a través de la regularidad, los expertos ofrecen varios consejos:

1. Establecer una rutina: Fijar horarios constantes para acostarse y levantarse, incluso los fines de semana.
2. Evitar siestas largas: Las siestas prolongadas pueden desajustar el ciclo de sueño nocturno.
3. Limitar la exposición a pantallas: Evitar dispositivos electrónicos una hora antes de dormir.
4. Crear un ambiente propicio para dormir: Un dormitorio cómodo, oscuro y tranquilo favorece el descanso.

En conclusión, el estudio resalta la importancia de adoptar hábitos consistentes para obtener un sueño reparador y mejorar la salud general, desafiando la noción de que solo la duración del sueño importa.

(Con información de El Universal)