Los hematomas, conocidos comúnmente como moretones, son uno de los problemas de salud más frecuentes que pueden experimentar las personas.

Las causas más comunes de los hematomas incluyen caídas, lesiones deportivas, accidentes automovilísticos o golpes. Según los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos, estas situaciones provocan la ruptura de pequeños vasos sanguíneos, lo que lleva a la acumulación de sangre debajo de la piel.

La Secretaría de Salud de México define un hematoma como una área de decoloración de la piel que se presenta cuando los vasos sanguíneos se rompen y su contenido se filtra dentro del tejido subcutáneo. Los expertos aclaran que los hematomas pueden variar en tamaño y color, dependiendo de su gravedad y del tiempo que llevan en la piel.

Tipos de hematomas

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, existen tres tipos principales de hematomas:

• Hematoma subcutáneo: Ocurre justo debajo de la piel.
• Hematoma intramuscular: Se presenta dentro del músculo subyacente.
• Hematoma perióstico: Aparece en el hueso, y suele ser el más doloroso.

Estos hematomas pueden durar desde unos días hasta varios meses, dependiendo de su tamaño y localización. Los expertos recomiendan acudir a un médico si se presentan hematomas sin causa aparente o si su evolución no es la esperada.

Evolución y alerta de los hematomas

Los hematomas suelen cambiar de color a medida que se descomponen los glóbulos rojos liberados. Primero se ven rojos, luego cambian a morado o negro, y posteriormente pasan a tonalidades verdes y amarillas antes de desaparecer.

Estos cambios son normales, pero hay situaciones en las que es necesario prestar mayor atención.

Los expertos en salud indican que las personas deben preocuparse si los hematomas son de gran tamaño, ocurren en la cabeza o el cuello, siguen expandiéndose, o si causan pérdida de movilidad. También es importante buscar atención médica si el hematoma no desaparece en dos semanas.

(Con información de El Universal)