Déficit de vitamina D, un peligro para veganos

Esta situación podría ser considerada como un problema de salud pública mundial.

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Las vitaminas son sustancias que están presentes en los alimentos y son indispensables para el buen funcionamiento de nuestro organismo. El cuerpo forma vitamina D naturalmente después de la exposición de la piel a los rayos ultravioletas. También mediante una dieta bien planificada y el consumo de suplementos.

Sin embargo, algunos estudios han determinado que el tiempo prolongado de confinamiento por la pandemia puede ocasionar una deficiencia de vitamina D entre la población. Esta situación podría ser considerada como un problema de salud pública mundial.

Es importante conocer la función principal de esta sustancia orgánica. La vitamina D ayuda a absorber el calcio, estimula la producción de insulina, disminuye la formación de células grasas, protege el sistema nervioso y fortalece el sistema inmunológico. En casos extremos, su deficiencia puede provocar raquitismo, problemas en los huesos, mala absorción del calcio o anorexia.

Las personas que necesitan más vitamina D son aquellas personas mayores de 50 años, bebés amamantando, personas de piel oscura, personas con ciertas afecciones como enfermedades del hígado, fibrosis quística y enfermedad de Crohn; una afección intestinal inflamatoria que puede producir dolor abdominal. También aquellas que padecen obesidad o las que han tenido una cirugía de derivación gástrica.

Sin embargo, las fuentes alimenticias de esta vitamina son limitadas si llevamos una dieta vegana, debido a que la mayoría son de procedencia animal. Por ejemplo, mariscos, pescados grasos como el salmón, el atún y la caballa, las vísceras o lácteos.

Pero afortunadamente, también podemos obtenerla a través de hongos expuestos a la luz solar como las setas shiitake, el segundo hongo comestible más cultivado. China genera alrededor de un 80 % del mercado mundial en su producción

Comparado con los champiñones de botón blanco, los shiitakes son muy demandados por tener diez veces más sabor y beneficios a la salud, ya que tienen la habilidad de desalentar la inflamación, bacterias “malas y virus dañinos. Además, tiene antioxidantes y vitaminas A, E, C y selenio. Otra fuente de vitamina D son los alimentos enriquecidos como leches vegetales, tofu, zumos o cereales para el desayuno.

La manera más adecuada de conocer nuestros niveles de vitamina D es mediante un análisis corriente de sangre, concretamente la hidroxivitamina D (25 (OH)D) en sangre. Los niveles óptimos se sitúan entre 40-50 ng/mL. Valores menores de 40 ng/mL ya indican una insuficiencia.

En ese caso necesitaremos suplementación, la cual debe ser supervisada por un especialista para adaptar las cantidades adecuadas. Los veganos no tendrán problema con la vitamina D2 (ergocalciferol), debido a que se obtiene de fuentes vegetales. Pero hay que considerar el etiquetado de vegetariano porque pueden estar elaborados de lana de oveja. Cabe mencionar que tomar más vitamina D de la que necesitamos puede traer consecuencias en la salud.

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