Los casos de depresión con ansiedad en Quintana Roo han aumentado 24% en el lapso de un año, al pasar de 712 a 884 casos confirmados. De ellos el 77% (678) fueron detectados en mujeres.

Si bien la Secretaría de Salud del Gobierno de México ha reportado históricamente la prevalencia de esta enfermedad en las mujeres, las cifras de este 2021 presentan una inusual alza. 

El psiquiatra Felipe Vázquez considera que este problema se incrementó desde el inicio de la pandemia y se ha convertido en una de las enfermedades crónicas que más carga representan para el sistema de salud pública. Lamentablemente, sólo el 10% de los afectados recibe un tratamiento adecuado. 

“Esto es fundamental porque en una enfermedad crónica los tratamientos deben ser suficientemente prolongados, pero cuando un paciente ha tenido recaidas o varios intentos de suicidio, el medicamento debe ser de por vida para protegerlo de nuevos episodios”, dijo. 

El especialista añadió que, para obtener la ayuda apropiada, es necesario acudir con un psicólogo o psiquiatra que pueda aplicar un método psicoterapéutico o bien, referir un tratamiento farmacológico o de estimulación cerebral. 

Asimismo, indicó que la depresión generalmente se identifica a través de nueve síntomas (como tristeza, pérdida del interés, cambio de peso o alteración del sueño), y se califica como un problema mayor cuando se presentan al menos cinco de estos por más de dos semanas. 

“También se pueden observar ideas de culpa, se sienten culpable, menos, insatisfecha con su vida, siente que ha fallado a los demás, asímisma, ve el futuro con pesimismo y tiene dificultades en la concentración, no puede trabajar de manera efectiva”, agregó.  

¿Puedo tener depresión con ansiedad al mismo tiempo?

Los médicos de Mayoclinic dicen que sí. De hecho, es usual que ambas afecciones ocurran al mismo tiempo. Sus tratamientos, además, son similares.

Por otro lado, la médica Adriana Fandiño publicó en Doctor Blog que estos trastornos son de mucho cuidado y lo importante para recuperar el bienestar es actuar. ¿Por qué? Porque lo más difícil frente a este padecimiento es la “enfermedad social”, es decir, el dolor que la opinión o comentarios de la sociedad puede producir en los enfermos. 

Para empezar un tratamiento:

“El primer paso es aceptar. Yo tuve depresión y ansiedad y no lo escondo”, asegura la facultativa.

Para saber más, mira el siguiente video: