Cada día, el glaciar Perito Moreno en Argentina ofrece un espectáculo impresionante: un crujido profundo, un estruendo y, finalmente, enormes bloques de hielo cayendo al agua. Cientos de visitantes esperan con sus cámaras listas para capturar el momento en que la naturaleza demuestra su fuerza y belleza.

Este fenómeno es parte del ciclo natural del glaciar, explica Victoria Pacheco, guía turística de El Calafate. Sin embargo, su importancia va más allá del turismo. 

En 2022, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 21 de marzo como el Día Mundial de los Glaciares, con el objetivo de concienciar sobre su papel en el equilibrio climático y la amenaza que enfrentan debido al calentamiento global.

De acuerdo con la UNESCO, los glaciares son ‘espejos frágiles’ del cambio climático. Su retroceso y la pérdida de hielo revelan el aumento de las temperaturas globales. Si no se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, se estima que la mitad de los glaciares del mundo podrían desaparecer para 2100, afectando el suministro de agua dulce y poniendo en riesgo ecosistemas enteros.

Un gigante de hielo en el corazón de la Patagonia

Ubicado en la provincia de Santa Cruz, el Perito Moreno es una de las mayores reservas de agua de Argentina y un destino turístico emblemático. 

En verano, los visitantes pueden recorrer pasarelas situadas a solo 500 metros del glaciar para apreciar su inmensidad. También pueden aventurarse sobre su superficie con crampones y cascos, explorando grietas de un azul profundo formadas hace siglos.

A pesar de su aparente estabilidad, algunos guías locales, como Pacheco, han notado cambios en el hielo.

“El dique se formó por última vez en 2018”, explica, refiriéndose al fenómeno en el que el glaciar bloquea el brazo Rico del Lago Argentino, provocando un aumento del nivel del agua y una ruptura espectacular. Desde entonces, la lengua de hielo no ha avanzado lo suficiente como para repetir el evento.

El movimiento del Perito Moreno es un proceso natural: la nieve acumulada en lo alto de los Andes se compacta y desciende lentamente hasta llegar al lago, donde los desprendimientos ocurren de forma constante. Sin embargo, la tendencia global es clara. 

La ONU advierte que los glaciares se están derritiendo ‘más rápido que nunca’, lo que hace que su conservación sea una prioridad mundial.

Con información de AP