Dos meses de quimio, 22 años de sobrevida

Humberto Chen Charpentier fue diagnosticado con cáncer de tórax; tenía un tumor del tamaño de una naranja alojado entre los pulmones y el diafragma.

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El trabajo fotográfico resultante de su lucha contra el cáncer ganó la sexta Bienal de Fotografía en 1993. (Milenio)
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Agencias
MÉXICO, DF.- Dos meses de quimioterapia bastaron para que el artista plástico Humberto Chen Charpentier sobreviviera más de 20 años, después de que le fue diagnosticado cáncer de tórax.

“En mayo de 1991 comencé a sentir dolores en el brazo derecho y en el pecho, malestares que empezaban en la mañana y se disipaban durante el día, pero que no desaparecían. Pensé que eran ocasionados por el estrés y así empezó la danza con los doctores y los laboratorios médicos. El diagnostico estaba dado: tenía un seminoma medistinal. Cáncer”.

Cinco sesiones de quimioterapia —la primera el 1 de julio y la última el 28 de agosto de 1991— para un cáncer que, a pesar de que Gilberto desconoce en qué fase estaba, “era del tamaño de una naranja y se encontraba alojado entre los pulmones y el diafragma”, explicó a Milenio.

Fue así como Chen Charpentier, con apenas 37 años, enfrentó “una de las experiencias más fuertes” de su vida, y como artista, pensó documentarla.

“El gusto por utilizar la cámara y, aun estando deprimido, levantarme, bañarme, pensar en qué hacer con ella, con qué luz (tomar fotos) y qué hacer con éstas después, fue como un motorcito que me hizo seguir adelante”.

Este trabajo, asegura el artista, le ayudó a “exorcizar, sacar demonios, limpia el alma, confrontar experiencias difíciles con un pasado que es importante recordar, sin idealizar. Recordar para aprender, crecer y ayudar”.

El trabajo fotográfico resultante de su lucha contra el cáncer ganó la sexta Bienal de Fotografía en 1993, y ahora expone su proyecto por segunda ocasión en el Distrito Federal.

Los síntomas de la enfermedad y las repercusiones de los químicos en su cuerpo se hicieron evidentes; es aquí donde el fotógrafo sintió la necesidad de captar las transformaciones que iba sufriendo: “la caída del cabello, la fuerte baja de peso, el endurecimiento de las venas, la cicatriz de la biopsia”, cambios que, a decir de Gilberto, marcaron su cuerpo y su mente para siempre.

Chen Charpentier no considera que el registro de su tratamiento sea un documental, “quiero pensar que es un proyecto emocional, interno, que tiene el poder y la fuerza para transmitir mis sentimientos”, detalló.

No es mortal

A 20 años puede decir que “el cáncer no es mortal”, idea que comparte Christian Valencia, gerente médico de Oncología de Boehringer Ingelheim, quien acompañó al artista en la presentación de la obra Testimonios de una curación, 20 años.

Valencia señaló que 30 por ciento de los diferentes tipos de cáncer son evitables con medidas de prevención, como dejar de fumar, ya que “el tabaco y todas las sustancias que tiene el cigarrillo ocasionan carcinomas”.

En México el primer lugar lo ocupa el cáncer de mama, con alta probabilidad de curarse si se detecta a tiempo, y el segundo el cervicouterino, prevenible gracias a la vacuna contra el papiloma, y después el de pulmón, con 12 mil casos en 2012, que en la mayoría de los casos se pudo evitar dejando de fumar, indicó Valencia.

El experto exhortó a la población a que acuda al médico ante el primer síntoma, ya que “cualquier parte del cuerpo que tenga células puede tener cáncer”.

Para conmemorar el Día Mundial del Cáncer, la Asociación Mexicana de Lucha Contra el Cáncer, la Facultad de Medicina de la UNAM y el laboratorio Boehring Ingelheim inauguraron la muestra fotográfica de Chen Charpentier, la cual consta de 16 autorretratos que plasman el proceso que vivió el artista para curarse y que estará abierta al público del 1 de febrero al 30 de abril.

“Estos 20 años son un regalo”, comentó el artista, y tras mostrar la obra montada en la antigua Escuela de Medicina, concluyó: “Este es un autorretrato y yo soy el fotógrafo”.

Destaca Incan éxito de tratamiento alternativo

La crioterapia, que consiste en el congelamiento de tejido, se pone a la vanguardia de los procedimientos alternativos más eficaces para tratar algunos tipos de cáncer en instituciones de salud pública, señaló Juan Manuel Ruiz, jefe del Servicio de Gastroenterología del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).

El experto sostuvo que gracias a este procedimiento, con el que se congela el tumor canceroso, se logra destruir en su totalidad si se diagnóstica en etapa temprana.

Destacó que 10 por ciento de los pacientes son candidatos para este tratamiento, principalmente por tener un costo alto, lo cual lamentó porque podría beneficiar a más del doble de ese porcentaje de enfermos si se vuelve más accesible.

Además, Ruiz Molina refirió que en los pacientes con metástasis se puede aplicar la crioterapia —también conocida como crioablación— no como método curativo, sino como tratamiento a tumores secundarios o posteriores, y como paliativo al dolor.

Agregó que también se aplica con éxito en casos donde el cáncer ha reincidido después de haber sido sometido a tratamientos de radiación, braquiterapia, radiofrecuencia o cuando en una enfermedad localmente avanzada la cirugía ha sido contraindicada.

El experto refirió que en la actualidad se utiliza esta técnica en pulmón, cardio, seno, útero, riñón, hígado, huesos y próstata, con una mínima invasión al organismo, empleando anestesia local y es casi ambulatoria.

Dio a conocer que el procedimiento, que se lleva a cabo desde hace tres años en el Incan, el Hospital General y el Hospital de Petróleos Mexicanos, se aplica a más de 50 mil pacientes anuales en el mundo.

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