Haddon Sundblom: el hombre detrás del Santa Claus de Coca-Cola
El ícono de la Navidad, evolucionó gracias a una campaña publicitaria de la reconocida empresa.
A finales de la década de 1920, con la llegada del invierno, surgió la necesidad de renovar la imagen tradicional de Santa Claus. Desde 1822, cuando Clement Clarke Moore escribió su célebre poema ‘Relato de una visita de San Nicolás’, la figura de este icónico personaje navideño había sido representada como un pequeño gnomo o elfo.
En 1863, el ilustrador Thomas Nast, inspirado en el poema de Moore, dio vida a esta versión en las páginas de Harper's Weekly. Su Santa, un hombre menudo con barba blanca y cabellera canosa, rápidamente se convirtió en una imagen entrañable para niños y adultos por igual.
Sin embargo, el personaje estaba destinado a evolucionar. A finales de los años 20, The Coca-Cola Company enfrentaba un desafío: las ventas de su refresco disminuían durante el invierno.
Fue entonces cuando una campaña publicitaria decembrina transformó a Santa Claus, con ayuda de una persona en especial: Haddon Sundblom, quien consolidó la figura jovial que conocemos hoy.
En su libro ‘Mitos y realidades de la Navidad. Origen y significado de las celebraciones navideñas’, Pepe Rodríguez señala que:
“Los ejecutivos de la empresa le encargaron a Habdon Sundblom que remodelara el Santa Claus de Nast para hacerle perder su aire de gnomo y se volviera más cercano y creíble para todos”.
Otros autores señalan que fue el ejecutivo publicitario Archie Lee quien le pidió diseñar ‘un Santa alegre, juguetón y, al mismo tiempo, realista’.
Sundblom, astro de la industria publicitaria de las primeras décadas del siglo 20, buscó un modelo humano para basar su trabajo y encontró a un agente de ventas jubilado llamado Lou Prentice. Para dibujarlo, el artista también se inspiró en el poema navideño de Moore.
Una parte del texto dice:
"¡Sus ojos, cómo brillan! ¡Qué alegres son los hoyuelos de sus mejillas, que son como rosas y su nariz como cereza! ¡Su barba es blanca como la nieve! Tiene una cara ancha y una pequeña panza redonda que se sacude con su risa, como un tazón lleno de jalea!".
Así, surgió un Santa Claus alto, con más kilos de peso, simpatía, alegría y una mirada juguetona, señala Rodríguez en su libro. También conservó lo blanco de su cabello y barba, además del rojo y blanco de su traje, que ahora lucía más lujoso y atractivo.
"La figura se humanizó hasta parecerse a un abuelo ideal, jovial, pronto a la risa franca, a la confidencia y al regalo".
La renovada imagen de Santa se presentó con éxito en la campaña publicitaria de Coca-Cola de finales de 1931. Sundblom retocó su creación navideña para otros anuncios del refresco de cola trabajando con Prentice hasta que éste murió.
Después, el ilustrador se tomó a sí mismo como modelo incorporando sus rasgos nórdicos al personaje.
Entre 1931 y 1966, escribe Rodríguez, el artista pintó una serie de óleos sobre Santa Claus (conocidos como ‘Santa Claus de Sundblom’) que fueron reproducidos en anuncios de temporada navideña de la refresquera y publicados en periódicos y revistas de Estados Unidos.
Sundblom falleció en 1976, pero su Santa aún sonríe en la ilusión infantil.
Con información de Reforma