Informa Conacyt sobre glisofato, el "herbicida de la discordia" en México

Cerca de 50 por ciento del uso global de glifosato en la agricultura se destina a cultivos transgénicos, a pesar de que en 2015 la OMS lo clasificó como probable carcinógeno para humanos.

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La sustancia para uso agrícola provocó una desavenencia entre los titulares de la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat) y la Secretaría de Agricultura. [Foto: Agencia Reforma]
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Ricardo Israel Sánchez Becerra

MÉXICO.- El aumento de más de 20 enfermedades (oncológicas, endócrinas, metabólicas y neurodegenerativas, así como trastornos sistémicos) se ha vinculado con el incremento del uso agrícola del glifosato como herbicida y del área plantada con soya y maíz transgénicos en Estados Unidos.

Así lo expone el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), acompañando con gráficas sobre el alza en la incidencia de cáncer hepático y de tiroides, diabetes y de las muertes relacionadas con enfermedad de Parkinson, en el Expediente Científico sobre el Glifosato y los Cultivos Genéticamente Modificados, documento que recopila datos científicos y técnicos contra el herbicida y los transgénicos.

"El desarrollo de esos padecimientos es complejo y multifactorial, pero la vasta evidencia científica acumulada aporta elementos que sistemáticamente señalan los perniciosos efectos del glifosato sobre la salud y cómo estos, a su vez, están íntimamente relacionados con el desarrollo de un gran número de enfermedades y padecimientos", se lee en el dossier.

La dependencia dirigida por la ecóloga Maria Elena Álvarez-Buylla, conocida voz en contra del maíz transgénico, señala que el glifosato es el herbicida más usado en todo el mundo tras su introducción al mercado por la empresa Monsanto en 1974, y que su uso se incrementó mil 500 por ciento a partir de 1996 con la comercialización y siembra de maíz, algodón y soya genéticamente modificados (GM), tolerantes al mencionado herbicida.

Actualmente, apunta Conacyt, cerca de 50 por ciento del uso global de glifosato en la agricultura se destina a cultivos transgénicos, a pesar de que en 2015 la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasificó como probable carcinógeno para humanos.

 

Afectaciones a la salud humana por esta sustancia

Entre las afectaciones a la salud por parte de esta sustancia, Conacyt enlista daños en distintos órganos y sistemas; desarrollo de enfermedades metabólicas y neurológicas; produce estrés oxidativo, que a su vez se relaciona con el desarrollo de varias enfermedades crónico degenerativas; y su potencial genotóxico para producir cáncer de distintos tipos: leucemia, melanoma, mieloma múltiple, linfoma no Hodgkin, en cavidad oral, próstata, tiroides, colon, pulmón, recto, páncreas, riñón, vejiga y próstata.

Al ser el herbicida más utilizado, continúa la dependencia, hay una frecuente exposición humana al glifosato, que ha sido detectado en fluidos (leche materna, sangre y orina) de agricultores y sus familias a nivel mundial, y en México, particularmente, en infantes, adolescentes y adultos de comunidades de Campeche, Yucatán y Jalisco.

Álvarez-Buylla indicó que es posible recuperar la soberanía y la autosuficiencia alimentarias en la producción de maíz sin transgénicos y sin glifosato, y a la vez evitar el deterioro de la salud humana y ambiental por el uso de estas tecnologías.

"Es apremiante la aplicación efectiva del principio precautorio en las políticas públicas para la regulación del glifosato y de otros agrotóxicos, así como en materia de bioseguridad de maíz GM y de otros organismos genéticamente modificados. Se trata de una obligación del Estado que debe cumplirse a cabalidad y sin vacilaciones", enfatiza el Expediente Científico.

 

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