Manifestación y acción: el equilibrio para lograr metas ambiciosas
En redes sociales, hashtags como ‘manifesting’ y ‘manifestation’ han disparado el interés por este tema.
La visualización y el decreto del éxito que se desea alcanzar han cobrado un gran protagonismo este año, destacándose como una tendencia cultural de amplio alcance.
El fenómeno incluye la creación de tableros de visión (vision boards), la escritura reiterativa de objetivos y la repetición de afirmaciones positivas, prácticas que The Wall Street Journal señala como parte del auge de esta filosofía.
Figuras como la cantante Dua Lipa han promovido estas técnicas para alcanzar metas ambiciosas, y el Diccionario Cambridge incluso ha nombrado a “decretar” como su palabra del año.
En redes sociales, hashtags como manifesting y manifestation han disparado el interés por este tema. Según algunos psicólogos, el concepto actual de manifestación -que combina visualizaciones y afirmaciones- tiene sus raíces en el libro “El secreto”, publicado en 2006.
El resurgimiento de esta tendencia parece reflejar el deseo de las personas de tomar las riendas de sus vidas, incluso cuando los resultados finales pueden estar más allá de su control.
Como explica Wendalyn Nichols, directora editorial del Diccionario Cambridge, “Esto ha dejado de ser algo que se había quedado en un espacio muy específico de autoayuda en las redes sociales para convertirse en una tendencia cultural más amplia”.
El Journal también destaca que muchas personas exitosas han utilizado durante mucho tiempo estrategias como visualizar sus metas o repetir frases positivas para lograrlas. Sin embargo, el creciente número de seguidores ha subrayado una lección clave: decretar sin acción puede resultar en una pérdida de tiempo.
Escribir metas: una herramienta clave
Para algunos, la clave está en las visualizaciones. Estas prácticas buscan cambiar la percepción de uno mismo para generar transformaciones o simplemente imaginar resultados diferentes que desencadenen un cambio.
Una de estas técnicas es el Método 369, que consiste en escribir repetidamente aquello que se desea lograr.
Incluso, algunas personas están recurriendo a herramientas como ChatGPT para recibir orientación personalizada. Otros combinan el pensamiento positivo con pasos concretos en el mundo real, como establecer nuevas conexiones para acercarse a sus objetivos.
June Gruber, profesora de psicología y neurociencia en la Universidad de Colorado, Boulder, señala que imaginar un futuro mejor es parte de la naturaleza humana. No obstante, también recalca que creer en uno mismo es solo una pieza del rompecabezas.
“Los pensamientos no son lo mismo que las acciones o los comportamientos, pero pueden ser una buena manera de establecer y comenzar a pensar en lo que podríamos querer hacer para llegar a algún lugar o lograr alguna meta”.
Un ejemplo práctico de esta combinación entre pensamiento y acción lo ofrece Ankita Tejwani, una ejecutiva de ventas publicitarias de Nueva York. Tejwani utiliza ChatGPT como un diario personal, anotando sus pensamientos y pidiendo a la inteligencia artificial que la ayude a clarificar sus objetivos.
En definitiva, decretar puede ser una herramienta poderosa, pero solo cuando se complementa con acción concreta. Este equilibrio puede marcar la diferencia a la hora de transformar sueños en realidades.
Con información de Reforma