Ocupa México el lugar 104 en el Índice Mundial de Generosidad 2024
El estudio revela que el 64% de los mexicanos afirmó haber realizado un acto solidario en favor de alguien desconocido en el último mes.
La generosidad en México se expresa de maneras diversas, y la más frecuente es ayudar a un extraño, logrando el lugar 104 en el Índice Mundial de Generosidad 2024 (World Giving Index).
Esta encuesta fue realizada en 140 países por la Charities Aid Foundation, una organización filantrópica con sede en Londres. El país más generoso, según este listado, es Indonesia.
Los resultados revelaron que el 64% de los mexicanos afirmó haber realizado un acto solidario en favor de alguien desconocido en el último mes.
En contraste, sólo el 22% de los encuestados declaró haber donado dinero a una organización social, y apenas el 20% reportó haberse ofrecido como voluntario en alguna institución.
El cuestionario indaga específicamente si, en el mes previo, las personas apoyaron económicamente a alguna beneficencia, ayudaron a desconocidos en necesidad o participaron como voluntarios.
Al promediar las respuestas de estas tres categorías, México ocupó el lugar 104 en el ranking global, mostrando que, aunque el apoyo entre individuos es notable, otras formas de altruismo aún tienen espacio para crecer.
La generosidad a nivel mundial
En la lista de países destaca Estados Unidos en el sexto lugar y Ucrania el séptimo. Indonesia, Kenia y Singapur alcanzaron los tres primeros lugares, respectivamente. Sobre éste último, el reporte destaca el papel del gobierno.
“Si miramos a Singapur, podemos ver cómo los esfuerzos gubernamentales pueden estar ayudando a aumentar la actividad caritativa”, indica el Índice.
“Las recientes iniciativas oficiales incluyen nuevos esquemas para fomentar asociaciones más profundas entre organizaciones benéficas y empresas para hacer voluntariado, así como apoyo fiscal a las donaciones”.
México es solidario, pero no lo suficiente
El reporte refleja que la población mexicana es solidaria, pero no lo suficiente como otras sociedades del contexto global, señaló Leticia Ivonne López Villarreal, directora del Centro para la Solidaridad y la Filantropía de la UDEM.
“Tenemos un reto de seguir impulsando un cambio cultural a favor de realizar acciones a favor del bien común y la justicia social. Los mexicanos nos unimos cuando hay desastres por fenómenos naturales (terremotos, huracanes, etc.)”.
“¿Pero qué sucede el resto del tiempo donde las necesidades están presentes? ¿Somos conscientes de que algunas de mis acciones dañan al otro, que estamos conectados como sociedad?”.
Al parecer la respuesta a la última pregunta es ‘no’, indicó López Villarreal, porque continúan los altos índices de corrupción, inseguridad, desigualdad y pobreza.
La generosidad es una virtud que la sociedad mexicana necesita seguir desarrollando, especialmente a través de la educación, señaló.
¿Por qué es importante tener una sociedad generosa?
Acerca de esta pregunta, Leticia Ivonne López Villarreal, respondió lo siguiente:
“Una investigación de la Universidad de Michigan de 2011 indicó que las personas que ayudan a otras tienden a vivir más, en comparación con las que no realizan ningún tipo de voluntariado”.
“Esta longevidad se explica por la mejora del autoestima y la reducción de los niveles de estrés que conllevan las actividades altruistas. Además, contribuye a disminuir el estrés y, por lo tanto, promover bienestar”.
Otros estudios también reportan que la generosidad beneficia a quien recibe, pero también a quien da.
Uno de estos estudios es el publicado recientemente en la revista científica Nature Communications sobre investigadores de la Universidad de Zúrich, en Suiza, que entregaron a 50 personas 100 dólares a cada una.
A la mitad se les dijo que gastaran el dinero en ellos mismos y a los otros, que sería para gastarlo en los demás.
Los investigadores encontraron que quienes dieron regalos a otros tomaron decisiones más generosas en otras tareas independientes y reportaron mayor felicidad al final del experimento.
Además, en escáneres de sus cerebros mostraron mayor interacción entre las partes relacionadas con altruismo y felicidad.
En el 2008, Michael Norton, académico e investigador de la Escuela de Negocios de Harvard, y su equipo encontraron que dar dinero a una persona que lo necesita eleva la felicidad de los participantes más que gastarlo en ellos mismos.
Antes, en el 2006, Jorge Moll, especialista del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, encontró que cuando las personas hacen un acto caritativo se activan las regiones de sus cerebros asociadas a placer, conexión social y confianza.
Los científicos consideran que los comportamientos altruistas posiblemente producen endorfinas en el cerebro, generando sentimientos de satisfacción y felicidad.
Con información de Reforma