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CIUDAD DE MÉXICO.- Los programas de prevención del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) ahora cuentan también con una pastilla conocida como Profilaxis Preexposición (PrEP), que no es una vacuna, pero cumple su función; aquí te explicamos cómo lo hace.

El medicamento no es una “cura”, pues no puede atacar al virus una vez que se ha contraído y la persona ha sido designada como “seropositiva”. Sin embargo, su efectividad en pacientes sin contagio es probada y funciona con un principio simple, publica el portal Noticieros Televisa.

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A las personas identificadas como seronegativas, pero que forman parte de grupos de riesgo, se les prescribe el medicamento conocido como Truvada, que combina dos antiretrovirales, logrando así frenar el contagio.

Este tratamiento se ha probado desde 2012, logrando resultados significativos, mismo que hicieron que su uso se extendiera a un gran número de países en los siguientes siete años, entre los que se encuentran Brasil, Tailandia, Bélgica, Sudáfrica, Chile, entre otros.

La PrEP está dirigida a grupos que se consideran en “riesgo de contagio”, como las parejas homosexuales y las trabajadoras sexuales, que son los grupos más afectados por el VIH y el SIDA.

Este tratamiento está acompañado de un seguimiento riguroso. Los pacientes deben hacerse pruebas cada tres meses, para detectar igualmente posibles Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), de las que este tratamiento no protege.

Aunque su aplicación, distribución y venta representan una posibilidad menor de contagio, las autoridades de salubridad han detectado que esto también incrementó el número de parejas que tienen relaciones sexuales sin preservativos.

Este tratamiento tiene una efectividad del 90% de prevenir el contagio de VIH, sin embargo, no es un método anticonceptivo, ni tampoco preventivo para otros tipos de enfermedades de transmisión sexual.