Propone ONU seis formas de responder al coronavirus desde los derechos humanos
El virus no discrimina; pero el impacto si. Por eso, las respuestas deben ser inclusivas, equitativas y universales, pues de lo contrario no podrán vencer a un virus que afecta a todos, afirmó el organismo.
ESTADOS UNIDOS.- El Secretario General de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que la pandemia del coronavirus no solo es solo una crisis económica y social, sino que también representa una crisis humana que corre el peligro de convertirse en una crisis de derechos humanos.
"Hemos visto cómo el virus no discrimina, pero sus impactos sí lo hacen, al exponer profundas debilidades en la prestación de servicios públicos y desigualdades estructurales que impiden el acceso a los mismos. Debemos asegurarnos de que se aborden adecuadamente en la respuesta", acotó António Guterres, secretario general de las Organización de las Naciones Unidas.
Guterres señaló que, en el actual contexto de crisis, donde crecen el nacionalismo, el populismo y el autoritarismo, algunos países pueden utilizarlo como excusa para adoptar medidas represivas con fines no relacionados con la pandemia.
"Y en todo lo que hagamos, no lo olvidemos nunca: La amenaza es el virus, no las personas… la mejor respuesta es la que responde proporcionalmente a las amenazas inmediatas, protegiendo al mismo tiempo los derechos humanos y el estado de derecho", puntualizó Guterres.
Por ello, la ONU resumió estratégicamente en seis puntos su iniciativa:
Acceso universal a la atención sanitaria
Proteger la vida de las personas es una prioridad. La prioridad es salvar vidas, y para ello, el acceso universal a la atención sanitaria es imperativo. Muchos países han adoptado, dentro de los recursos disponibles, medidas fiscales, financieras y económicas para mitigar los efectos negativos de Covid-19 en sus poblaciones.
La respuesta debe ser equitativa
El virus no discrimina; pero el impacto si. Por eso, las respuestas deben ser inclusivas, equitativas y universales, pues de lo contrario no podrán vencer a un virus que afecta a todos, independientemente de su condición. Si el virus perdura en una sociedad, sigue siendo una amenaza para todas las sociedades, por lo que las prácticas discriminatorias nos ponen a todos en peligro.
Todos debemos ser parte de la respuesta
La participación efectiva en la respuesta requiere que la gente esté informada, que participe en las decisiones que la afectan y que vea que las medidas que se tomen son necesarias, razonables y proporcionadas para combatir el virus y salvar vidas.
Este es un momento en el que, más que nunca, los gobiernos necesitan ser abiertos y transparentes, responder y rendir cuentas a las personas que tratan de proteger. Se debe facilitar la contribución de las organizaciones de la sociedad civil, así como del sector privado y de las empresas.
Proporcionalidad de las medidas
La amenaza es el virus, no la gente. Las fuerzas del orden desempeñan un papel importante en la lucha contra la enfermedad y en la protección de las personas. Pese a que se puedan invocar situaciones de emergencia, otorgar amplios poderes al Ejecutivo, concedidos rápidamente con una supervisión mínima, conlleva riesgos.
Solidaridad internacional
Ningún país puede superar esto solo. La solidaridad internacional es esencial en la respuesta mundial: ningún país puede vencer esto solo y algunos países están mejor equipados para responder que otros. Así como ningún país puede permitirse el lujo de dejar atrás a las personas, el mundo no puede permitirse el lujo de dejar atrás a un país si se quiere vencer al virus.
Reflexionar para crear un futuro mejor
El informe del Secretario General destaca la importancia de que todos los actores, especialmente los Gobiernos, garanticen que las leyes y normas internacionales de derechos humanos, humanitarias y de refugiados estén en el centro de todas las respuestas de Covid-19.