¿Puede la inflamación intestinal influir en el desarrollo del Alzheimer?
Un estudio conecta la salud del intestino con la acumulación de beta-amiloide en el cerebro, clave en enfermedades neurodegenerativas.
Un estudio reciente publicado en Scientific Reports ha encontrado una posible conexión entre la inflamación intestinal y el desarrollo del Alzheimer. Este hallazgo, liderado por Margo Heston de la Universidad de Wisconsin, refuerza la hipótesis del eje intestino-cerebro como un factor crucial en enfermedades neurodegenerativas.
Los investigadores analizaron muestras fecales de 125 participantes y detectaron niveles elevados de calprotectina, un marcador de inflamación intestinal.
Una lesión en el CEREBRO afecta la microbiota del INTESTINO.
— Eduardo Calixto (@ecalixto) June 2, 2019
Un proceso inflamatorio en el colon cambia el metabolismo cerebral.
La inflamación de ambos órganos produce un mal funcionamiento reciproco. pic.twitter.com/JRD0IS8pB4
Estos niveles estaban asociados con mayor acumulación de placas de beta-amiloide en el cerebro y un rendimiento inferior en pruebas de memoria, incluso en personas sin diagnóstico formal de Alzheimer.
El estudio sugiere que la inflamación intestinal aumenta la permeabilidad de la barrera intestinal, permitiendo que moléculas inflamatorias y toxinas lleguen al torrente sanguíneo.
Desde allí, estas sustancias cruzan la barrera hematoencefálica, generando inflamación cerebral y promoviendo la acumulación de beta-amiloide, un proceso clave en el desarrollo del Alzheimer.
El eje intestino-cerebro: clave en la lucha contra el Alzheimer
Aunque este descubrimiento aún no establece una relación causal directa, subraya la importancia de investigar cómo los cambios en la dieta pueden influir en la inflamación intestinal y su relación con el Alzheimer. El equipo de Heston ya está realizando ensayos en modelos animales para explorar este enfoque.
Paralelamente, la neurocientífica Elena Gallardo aborda esta problemática en su libro De la inflamación al bienestar, donde ofrece herramientas prácticas basadas en neurociencia para mitigar los efectos de la inflamación crónica.
Gallardo destaca la importancia de hábitos saludables como una dieta equilibrada, respiración consciente y manejo del estrés para proteger la salud cerebral y general.
Estos avances científicos y prácticos abren nuevas perspectivas para prevenir y mitigar el impacto de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, poniendo al eje intestino-cerebro en el centro de futuras investigaciones.
(Con información de Muy Interesante)