Recortes de Trump ponen en riesgo estudio clave sobre el Alzhéimer
Familias temen que los recortes presupuestarios por parte de Estados Unidos, detengan el acceso a un tratamiento prometedor.
Un tratamiento experimental ha mostrado resultados prometedores en la lucha contra el Alzheimer, logrando retrasar los síntomas en personas con predisposición genética a desarrollar la enfermedad en sus 40 o 50 años.
Sin embargo, el estudio enfrenta retrasos en la financiación por parte del gobierno de Estados Unidos.
Los hallazgos iniciales de esta investigación, liderada por la Universidad de Washington en San Luis, han sido catalogados como un logro científico. Entre los participantes se encuentra Jake Heinrichs, un neoyorquino de 50 años que, a pesar de portar un gen asociado al Alzheimer, ha permanecido sin síntomas tras más de una década en el estudio.
“Todavía es un estudio, pero me ha dado una extensión de vida que nunca pensé tener”, comenta Heinrichs.
Su esposa, Rachel Chavkin, está preocupada ante la posibilidad de que los recortes presupuestarios detengan el acceso al tratamiento: “Si interrumpen las dosis, ¿cuánto tiempo tenemos?”".

Actualmente, dos medicamentos aprobados en Estados Unidos pueden ralentizar el avance del alzheimer en sus primeras etapas eliminando el amiloide, una sustancia pegajosa en el cerebro. Esta investigación busca responder una pregunta clave: ¿es posible prevenir la enfermedad eliminando el amiloide años antes de que aparezcan los síntomas?
El estudio se centra en familias con mutaciones genéticas raras que determinan con certeza la edad de aparición de la enfermedad. Los investigadores analizaron a 22 participantes que recibieron tratamiento durante un promedio de ocho años y encontraron que la eliminación prolongada del amiloide redujo a la mitad el riesgo de desarrollar síntomas, según un artículo publicado en Lancet Neurology.
“Es increíblemente importante”, afirma el neurocientífico David Gate, de la Universidad Northwestern.
Ahora, los participantes han sido trasladados a un nuevo medicamento aprobado, Leqembi, con el objetivo de determinar en los próximos cinco años cuán efectiva es esta protección. El doctor Randall Bateman, líder del estudio, se pregunta si el tratamiento continuo podría evitar por completo la aparición de síntomas.
Sin embargo, la continuidad del estudio está en peligro. Bateman logró asegurar fondos para iniciar la fase confirmatoria de la investigación, pero la financiación completa del proyecto por parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) ha sido retrasada debido a recortes y suspensión de revisiones.
El NIH también podría modificar su enfoque en la investigación del Alzheimer, según indicó el doctor Jay Bhattacharya, nominado como nuevo director de la agencia. Para Bhattacharya, la falta de avances en la enfermedad podría estar relacionada con la limitación del NIH a ciertas hipótesis científicas.
Actualmente, los científicos exploran otros factores en el desarrollo del Alzheimer, como la proteína tau, la inflamación y la acción de las células inmunitarias del cerebro.
Aun así, el amiloide sigue siendo una pieza clave en la investigación.
“Nada ha invalidado la hipótesis del amiloide”, sostiene Gate, quien recientemente descubrió que ciertas células inmunitarias pueden ayudar a limpiar estas placas y favorecer la regeneración cerebral.
Un llamado a la acción
Para las familias que participan en el estudio, la incertidumbre sobre la financiación es angustiante.
“Es absurdo”, dice June Ward, quien a sus 64 años sigue libre de síntomas, a diferencia de su madre, quien los desarrolló a los 62.
Heinrichs también espera que su hijo de tres años crezca sin tener que vivir el dolor de ver a un padre afectado por el Alzheimer. Su esposa, Chavkin, es clara en su petición:
“El NIH no debería estar politizado. Se trata de mantener a la gente viva y ayudarles a vivir mejor”.
Con información de AP