El Covid-19 sí tiene secuelas; los expacientes aprenden a superarlas

Sobrevivir al coronavirus es apenas una de las batallas que deben librar las personas que se contagian.

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Javier Amaya Correa, de 57 años recibe terapia todos los días y se le han proporcionado sesiones de neuroestimulación en el INER. (Foto: Reforma).
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Ciudad de México.- Javier Amaya Correa, de 57 años, fue paciente crítico, estuvo intubado y sobrevivió al Covid-19; sin embargo, las puntas de sus pies quedaron inmóviles.

"Al caminar me tropezaba, daba el paso y me iba para adelante", cuenta en entrevista.

Superar el coronavirus es apenas una de las batallas que deben librar los pacientes que se contagian.

Tras semanas e incluso meses de internamiento, de estar postrados por largo tiempo, conectados a un respirador -que hace el trabajo de sus pulmones-, los sobrevivientes tienen que reaprender a respirar, sentarse, ponerse de pie y caminar.

Susana Galicia, jefa del Departamento de Rehabilitación Pulmonar del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), explica que la sedación impacta en todo el cuerpo, no sólo en los pulmones.

En el caso de Javier, la diabetes y la neuropatía que padece se agravaron con el Covid-19, pero, agrega la especialista, los casos suelen ser distintos.

"El paciente despierta con delirio y hay que estimularlo cognitivamente y el impacto en las extremidades provoca que a veces de inmediato no pueda moverse", asegura.

Y es que, puntualiza, hay un desuso importante por el reposo prolongado.

"Se pensaría que sólo hay debilidad del músculo de la respiración, que es el diafragma, pero impacta en todo el cuerpo; en los músculos de las cuatro extremidades", advierte.

Los médicos del INER han rehabilitado a la fecha a casi 200 pacientes hospitalizados -la mayoría con obesidad, lo que complica el proceso- y han dado seguimiento a más de 65 tras ser dados de alta.

El programa está dirigido a pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, pero se ha visto que cualquier padecimiento respiratorio tiene un efecto sistémico, es decir, en distintas partes del cuerpo, explica Galicia.

Antes de realizar cualquier intervención, señala, se trabaja de la mano con neumólogos y el resto de expertos, pues se debe garantizar no desestabilizar al paciente.

Los rehabilitadores, indica, dirigen la respiración del paciente y evitan que use músculos accesorios. La idea es que use sólo el diafragma.ón

"Eso permitirá que retome el músculo de la respiración en desuso por la ventilación", comenta.

Pero los expertos también usan equipos rehabilitadores pulmonar en el proceso. Éstos incluso hacen intervenciones antes de que el paciente salga de la sedación.

Mientras el paciente está inconsciente, explica Galicia, los rehabilitadores los cambian de posición y activan su cuerpo para evitar la aparición de úlceras por presión y que se atrofien los músculos.

El programa del INER está integrado por expertos en medicina de rehabilitación, con alta especialidad en rehabilitación pulmonar, así como terapeutas físicos y ocupacionales.

Javier Amaya Correa, de 57 años, recibe terapia todos los días y se le han proporcionado sesiones de neuroestimulación en el INER.

 

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