Todo lo que debes saber de los microplásticos: origen y tipos
Aunque parezca difícil de creer, pueden encontrarse en exfoliantes, pastas de dientes y desodorantes.
Los microplásticos, partículas de plástico de menos de 5 milímetros, representan un riesgo creciente para los ecosistemas y la salud humana.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), estas diminutas partículas contienen polímeros y aditivos que pueden ser tóxicos.
¿Qué son los microplásticos y cómo se forman?
La Fundación Aquae explica que los microplásticos son fragmentos que resultan de la degradación de residuos plásticos mayores, convirtiéndose en partículas prácticamente invisibles al ojo humano. Su impacto se siente tanto en la naturaleza como en las especies que la habitan, incluidos los humanos.
Por ello, la OPS los considera un determinante ambiental de la salud, impulsando investigaciones para entender mejor sus efectos y mejorar la gestión de los desechos plásticos.
Además de invadir la cadena alimentaria humana, principalmente a través del consumo de mariscos, las personas también pueden inhalar microplásticos del aire, ingerirlos en el agua y absorberlos mediante productos de uso personal, según advierte el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Tipos de microplásticos y sus orígenes
El PNUMA clasifica los microplásticos en dos categorías principales:
- Microplásticos primarios: diseñados para fines específicos, como los presentes en cosméticos, limpiadores de manos y microesferas abrasivas.
- Microplásticos secundarios: provienen de la descomposición de plásticos más grandes, como fibras textiles, desgaste de neumáticos, fragmentación de basura plástica y escamas de pintura.
Principales fuentes de microplásticos
- Filtros de cigarrillos: Los filtros de cigarrillos, fabricados con fibras de acetato de celulosa, son una de las fuentes más comunes de microplásticos.
Cada año, se consumen seis billones de cigarrillos en el mundo, lo que convierte a los filtros en un residuo frecuente en playas y costas. Además de liberar microplásticos al descomponerse, estos filtros también emiten metales pesados y sustancias químicas que dañan el medio ambiente.
- Ropa y textiles: Materiales sintéticos como el poliéster, el nailon y el acrílico, que representan el 60% de las fibras textiles, desprenden microfibras durante su uso y lavado.
El PNUMA reporta que cerca del 9% de los microplásticos que llegan a los océanos provienen de textiles. Para mitigar su impacto, se recomienda alargar la vida útil de las prendas y optar por materiales naturales cuando sea posible.
- Cosméticos: Los productos de higiene personal, como exfoliantes, pastas de dientes y desodorantes, contienen microplásticos intencionales para aportar textura.
Estas partículas no solo pueden ser absorbidas por la piel, sino que también pueden ser ingeridas en el caso de productos como los labiales.
La presencia de microplásticos en el aire, el agua y los alimentos revela la urgencia de encontrar soluciones sostenibles para minimizar su impacto.
Desde cambios en el diseño y uso de productos hasta mejoras en la gestión de residuos, es vital actuar ya para proteger tanto el medio ambiente como la salud de millones de personas alrededor del mundo.
Con información de National Geographic