El accidente espacial que puso fin a la misión de la sonda Luna-25 de Roscosmos ahora tiene un testimonio visual. La NASA, a través de su Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO), ha capturado imágenes del cráter resultante del choque de la nave rusa contra la superficie lunar.

El Fatal Descenso de Luna-25: 

La sonda rusa, en su intento de alunizar el pasado mes, no logró superar un error fatal en una de sus maniobras de aproximación. El impulso excesivo la llevó a estrellarse, concluyendo prematuramente su misión. El 20 de agosto, la agencia rusa Roscosmos confirmó el desenlace adverso de Luna-25, un día después de anunciar una "situación de emergencia" a bordo de la sonda.

En una reciente declaración, Yuri Borísov, jefe de la agencia espacial rusa, Roscosmos, arrojó luz sobre las posibles causas detrás del accidente de Luna-25. Borísov lamentó la interrupción de medio siglo en el programa lunar ruso, enfatizando que este paréntesis fue fundamental en el desenlace adverso de la misión. Tras la última sonda lunar enviada por la Unión Soviética en 1976, el programa lunar fue abandonado, en gran parte debido a la falta de incentivos tras el histórico alunizaje humano de EE.UU. en 1969.

Borísov explicó que Rusia tuvo que comenzar prácticamente desde cero debido a que mucha de la experiencia y tecnología soviética se había perdido en el intermedio. En sus palabras, "Tenemos que familiarizarnos desde cero con todas las tecnologías y a un nivel técnico nuevo". A pesar de los desafíos, Borísov se mantuvo optimista, enfatizando la necesidad de continuar con el programa lunar y expresando sus esperanzas para las futuras misiones Luna 26, 27 y 28.

Detalló que, aunque la misión terminó en fracaso, los especialistas rusos obtuvieron experiencia invaluable y pudieron llevar a cabo algunos experimentos científicos. Además, reveló que la causa del accidente de Luna-25 fue un fallo en el motor, el cual operó durante 127 segundos, en lugar de los 84 previstos, durante una maniobra crítica en la corrección de la órbita lunar.

La agencia espacial rusa confirmó la pérdida de contacto con Luna-25, estableciendo una comisión especial para determinar las causas exactas del accidente. A pesar de las esperanzas depositadas en Luna-25, que buscaba agua en forma de hielo en la superficie lunar, ahora todas las miradas están puestas en la sonda india Chandrayaan-3, que tiene la oportunidad de ser la primera en alunizar en el Polo Sur lunar.

La Confirmación Visual: 

Aunque ya se había presentado una estimación del punto de impacto, ha sido la NASA la que nos brinda la certeza visual de la colisión. Las instrucciones enviadas al LRO llevaron a la obtención de imágenes que mostraban un pequeño cráter de reciente formación, muy cerca de la ubicación estimada del impacto de Luna-25. Comparándolo con imágenes previas de junio de 2022, el equipo del LRO determinó que el cráter, de unos 10 metros de diámetro, es probablemente producto del choque de la sonda rusa y no de algún impacto natural.

Este desafortunado evento marca un revés en la carrera espacial rusa, ya que Luna-25 era vista como la heredera de Luna-24, la última sonda soviética que no solo alcanzó la Luna, sino que también logró traer muestras del suelo lunar en 1976.

Contraste con el Éxito de Chandrayaan-3: 

Mientras Roscosmos lamentaba la pérdida de Luna-25, la misión Chandrayaan-3 de India celebraba un logro. Apenas cuatro días después del accidente de la sonda rusa, Chandrayaan-3 logró un aterrizaje exitoso en la región austral de la Luna. Esta carrera hacia el polo sur lunar culminó con dos resultados diametralmente opuestos: el fracaso de Luna-25 y el triunfo de Chandrayaan-3.

La exploración espacial siempre ha estado marcada por altos riesgos y recompensas inciertas. Mientras la misión Luna-25 nos recuerda las adversidades del espacio, el éxito de Chandrayaan-3 celebra la persistencia y las maravillas de la ciencia y la tecnología. Este juego de adversidades y resiliencia está presente en cada aspeecto de la vida, en la ciencia, en el trabajo, en juegos de azar como gengtoto, o en el deporte.

Cabe destacar que el rover Chandrayaan-3 de la India no ha perdido el tiempo desde su llegada exitosa al polo sur de la Luna el 23 de agosto. En apenas una semana de operaciones en la superficie lunar, ha logrado importantes descubrimientos que están redefiniendo lo que sabemos sobre el satélite natural de la Tierra. Gracias al instrumento de espectroscopía de descomposición inducida por láser (LIBS) a bordo del rover, los científicos han obtenido las primeras mediciones in situ de la composición elemental de esta región lunar.

Una de las revelaciones más significativas ha sido la confirmación inequívoca de la presencia de azufre (S) en la región cercana al polo sur. Este hallazgo es particularmente crucial, ya que, hasta ahora, la presencia de este elemento no había sido verificada con certeza en esta parte de la Luna utilizando instrumentos de orbitadores anteriores. Además del azufre, Chandrayaan-3 ha identificado otros elementos vitales que seguramente arrojarán luz sobre las características y formaciones del polo sur lunar, una zona que hasta ahora ha sido relativamente poco investigada.

La Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) no ha ocultado su entusiasmo ante estos avances. Afirmaron que Chandrayaan-3, con su tecnología avanzada y precisión, ya ha ampliado significativamente el entendimiento humano sobre la superficie lunar en su breve tiempo de operación. Estos descubrimientos representan un paso significativo en la exploración espacial y sitúan a la India en una posición destacada en el ámbito de la investigación lunar.