Tu primera visita al ginecólogo: Todo lo que necesitas saber
Especialistas recalcan la importancia de fomentar el cuidado ginecológico a las mujeres desde jóvenes.
La mayoría de las mujeres desde que comienzan a presentar cambios en sus cuerpos, se les advierte que cualquier dolor o incomodidad que tengan es algo ‘normal’ y que no pasa nada.
Lamentablemente, los dolores en especial durante la menstruación se pasan por alto, pensando que es algo que se espera cada mes, sin embargo, se recomienda acudir al ginecólogo ya que ese dolor podría ser signo de que algo más está pasando.
"Cuando hacía mi actividad física o realizaba mucho esfuerzo, sentía un pequeño dolor, pero nada fuera de lo normal", cuenta Erika, de 20 años, sobre aquel quiste de 8 centímetros que provocó la extirpación de su ovario derecho este año.
Una noche la joven tuvo un dolor insoportable en su apéndice, que causó que le descubrieran aquel quiste del tamaño de una naranja.
"Nunca iba al ginecólogo, excepto cuando tenía ciclos muy irregulares", dice.
Cristina descubrió en la prepa que padecía Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) en una revisión médica que su maestro de Educación Física pidió a todos sus estudiantes.
La joven de 21 años había ignorado la sintomatología de esta condición.
"Tenía 17 años en ese entonces. No sabía qué significaba el SOP y no era algo que me preocupara demasiado", comparte.
"Estos últimos tres años estuve investigando más sobre sus síntomas y pensé: '¡ah!, ya todo tiene sentido'. Yo tengo demasiado vello y tuve un severo problema de acné en la espalda".
La joven acepta que habría acudido a la ginecóloga hasta su edad actual, si no le hubieran pedido el chequeo médico en la preparatoria.
Erika y Cristina tienen en común ser estudiantes universitarias, veinteañeras y ambas omitieron indicadores que alertaban de un problema ginecológico.
Por ello es importante que las mujeres acudan por primera vez a consultar con la ginecóloga luego de 12 meses de su primera menstruación y, luego, una vez cada año, indica la ginecóloga Eréndira Olazarán.
No es normal el dolor
El dolor que no se remedia ni con analgésico suele ser una señal de que algo malo ocurre con nuestro organismo.
"No es normal que haya dolores importantes o significativos en la menstruación. Hay que educar sobre esto a la adolescente, pero también al padre y la madre de familia", afirma la ginecóloga Yvette León.
Hay muchos factores a considerar sobre un ciclo menstrual, indica, como su intervalo, la edad de la menarquia, la duración y la cantidad del sangrado.
Los ginecólogos recomiendan anotar la cantidad de toallas sanitarias y/o tampones utilizados por día.
Otros problemas en el organismo que son confundidos por las menores de edad y sus padres como "normales", según la experiencia de la especialista, son:
- Irregularidad menstrual: Es normal que las niñas sean irregulares porque su eje hormonal (el hipotálamo, la hipófisis y el ovario) está entendiendo su funcionamiento, pero si continúan las alteraciones en el ciclo al llegar a su madurez, es motivo de consulta.
- Los coágulos: Es una indicativa que hay mayor sangrado de lo habitual. Puede provocar anemia o cólicos más dolorosos (dismenorrea).
- El acné: Depende de la ubicación (pecho, espalda y la parte inferior del rostro) y el tamaño.
La ginecóloga Olazarán agrega que en su consultorio, las pacientes menores de edad acuden por sangrados que les suceden cada 10 o 15 días. Esta situación podría causar anemia.
"No todas las niñas son regulares inmediatamente después de su regla. A veces se tardan uno o tres años para ser regulares", explica.
La amenorrea, que es la ausencia de los períodos menstruales, es otro motivo de visita médica.
Detección temprana en México
Entre el 21 y 22 por ciento de las mujeres mexicanas padece Síndrome de Ovario Poliquístico, señalan estadísticas del Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes (Inper) de la Secretaría de Salud federal.
"Hablando de jovencitas de 15 y 16 años, ya podemos detectar los ovarios poliquísticos", dice Olazarán.
Quitando dudas en el ginecólogo
Las niñas que acudan al ginecólogo a modo de prevención, sobre todo en la primera cita, tienen libre tribuna para preguntar sus dudas, señala Olazarán.
"Se les explica que sus menstruaciones pueden no ser regulares, que es normal tener cólicos hasta cierto grado, que utilicen analgésicos para controlar los cólicos y se les enseña sobre los dolores mamarios", menciona la especialista.
León opina que padres y madres de familia deben fomentar el cuidado ginecológico a sus hijas.
"Es más fácil que los padres puedan detectar una alteración en sus niñas y acudir oportunamente a la consulta con el ginecólogo".
Ambas expertas consideran que sí existe un avance en la concientización de los trastornos ginecológicos y más apertura en las cuestiones sexuales.
Con información de Reforma