Un híbrido asteroide-cometa sorprende a la comunidad científica
2060 Quirón orbita al Sol cada 50 años en una región lejana del sistema solar, entre Júpiter y Neptuno.
Un equipo de científicos, utilizando el poderoso Telescopio Espacial James Webb, ha logrado observar con mayor detalle al asteroide 2060 Quirón, un objeto celeste que combina características de un cometa y un asteroide.
Este peculiar cuerpo fue descubierto en 1977 y se clasifica como un centauro, una categoría de objetos espaciales que, al igual que su homónimo mitológico mitad hombre, mitad caballo, poseen una naturaleza dual.
Quirón orbita al Sol cada 50 años en una región lejana del sistema solar, entre Júpiter y Neptuno.
Investigadores de la Universidad de Florida Central, en un estudio publicado en ‘Astronomy & Astrophysics’, están explorando este objeto único que presenta una superficie helada solidificada junto con gases emanados de su interior, formando una estructura conocida como coma.
Asteroid-comet hybrid stuns scientists: ‘Like nothing we’ve seen before’ https://t.co/hGUJnQ73rV pic.twitter.com/MC9ITRAW0m
— New York Post (@nypost) January 6, 2025
"Estos resultados no se parecen a nada que hayamos visto antes", aclaró el investigador Charles Schambeau sobre este ‘peculiar’ centauro.
Según la investigadora Noemí Pinilla-Alonso, la composición de Quirón es inusual para los objetos cercanos a Neptuno, con propiedades que lo hacen comportarse simultáneamente como un asteroide y un cometa.
El telescopio James Webb ha permitido un análisis sin precedentes de estos objetos ricos en gases que se encuentran en regiones distantes del sistema solar, destacó Schambeau, coautor del estudio.
La investigación reciente ha arrojado nueva luz sobre este asteroide híbrido, cuyo estudio podría aportar claves sobre la formación y evolución de nuestro sistema solar.
"Estas detecciones mejoran nuestra comprensión de la composición interior de Quirón y de cómo ese material produce los comportamientos únicos que observamos en él", explicó Schambeau.
Sorprendentemente, los científicos sugieren que muchos de los gases detectados en Quirón, como el dióxido de carbono y el metano, podrían ser primordiales, es decir, que se formaron antes que el propio Sol, hace millones de años.
Pinilla-Alonso cree que este centauro podría contener pistas valiosas sobre el universo temprano.
"Todos los cuerpos pequeños del sistema solar nos hablan de cómo era en ese entonces, un período de tiempo que ya no podemos observar. Pero los centauros activos nos cuentan mucho más".
A medida que Quirón se acerque a la Tierra y al Sol en los próximos años, el equipo planea realizar observaciones de mayor precisión para analizar la cantidad y naturaleza de los hielos que lo componen.
Este seguimiento podría desentrañar más secretos de su comportamiento y ofrecer una comprensión más profunda sobre los objetos híbridos que pueblan nuestro sistema solar.
Con información de New York Post