Gustavo Villegas/SIPSE
COZUMEL, Q. Roo.- Dos cazahuracanes de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos harán escala en Cozumel como parte de la estrategia para dar seguimiento a las tareas en la temporada de huracanes del Mar Caribe y el Océano Atlántico.

La isla será uno de los puntos de abastecimiento y descanso de los aviones y su tripulación, de acuerdo con datos confirmados por el director de Protección Civil, Héctor Mac Marín, quien reveló que su presencia obedece a parte de los acuerdos internacionales en los que México participa para el estudio y prevención de huracanes.

También te puede interesar: Aterriza mujer piloto el cazahuracanes en Cozumel

La Base Aérea Militar Número 4 (BAM4) de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), será el sitio que se utilizará para sus aterrizajes y despegues. Su presencia se ha venido programando y tratando entre los militares y la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Se trata de dos aviones tipo Hércules 130 J que la última vez que estuvieron en Cozumel fue en abril del 2015.

Por varias semanas se llevaron a cabo reuniones en la ínsula, las que fueron a puerta cerrada, para organizar la logística y todo lo necesario para recibir a los Hércules, cuya tripulación está entrenada para hacer lo que muy pocos pilotos hacen en el mundo; entrar en un huracán. La Fuerza Aérea Norteamericana inició este programa hace unos 50 años.

La fecha programada para su llegada es el 8 de abril procedentes de la Florida y aterrizarán en el aeropuerto internacional de Cozumel, pero también harán uso de las instalaciones de la BAM4.

La tripulación estará conformada por personal de la Marina de los Estados Unidos y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por siglas en ingles).

La temporada de huracanes en el Atlántico es del 1 de junio al 1 de noviembre, periodo del año en el que se adentran en las tormentas cruzando una pared de agua que según los datos de la NOAA, en esta parte del mundo es en promedio de 335 kilómetros para ingresar a la quietud del ojo.

Una vez ahí se lanza una sonda que recaba información como la temperatura del aire en la superficie del agua, la presión, humedad ambiental, direcciones y oscilaciones en las corrientes; solo por mencionar algunas datos de importancia que son transmitidos de inmediato al avió que a su vez los reenvía vía satélite al Centro Nacional de Huracanes en Miami, donde un grupo de especialistas los analiza. Ese viaje puede durar hasta 12 horas volando sobre el mar.