Investigadores de la Universidad de Texas A&M se encuentran en Cozumel para realizar trabajos de campo que permitan definir las características físicas, químicas, biológicas, de fauna, extensión y profundidad de los cenotes de la isla.

Uno de los primeros en ser explorado y en el que se ha recolectado información, es el localizado en el Parque de Interpretación Ambiental de la Subdirección de Ecología, en el que ya se determinó que tiene una longitud de al menos del doble de los 500 metros que se habían explorado en el pasado, por Germán Yáñez Mendoza, titular de la dependencia municipal.

Entre el grupo de espeleólogos está el doctor en Biología Marina por la A&M, Fernando Calderón Gutiérrez, investigador de origen mexicano y viejo conocido en la isla, quien ha explorado estos depósitos de agua subterráneos.

El científico recalcó que es importante desde el ámbito ambiental y biológico el conocer a fondo los cenotes de la isla, ya que cuando uno de estos es destruido, se pueden perder y extinguir organismos únicos en todo el universo conocido.

Con el reinicio del mapeo de cenotes se podrá tener información de si existen más de 36 que se censaron en el 2023, si presentan contaminación o hay riesgo de desplome por la actividad antropogénica, explicó Gustavo González, integrante del equipo de censo y monitoreo subacuático.

El explorador dio a conocer que se han encontrado organismos en esas aguas subterráneas que se van a investigar y analizar para saber si son nuevas especies. Los trabajos iniciaron el lunes y buscan la conservación de esos cuerpos de agua y los organismos que ahí habiten, en caso de que se pretenda construir un edificio sobre ellos que con el paso del tiempo colapse. “Aún no sabemos de qué tamaño es el cenote y estamos aquí para eso, entender a donde va y que tan profundo es”, recalcó.

Por su parte, el doctor Fernando Calderón explicó que son dos equipos, uno para hacer el mapeo y otro para la exploración biológica y científica. Recordó que el cenote Chu-Há ha sido mapeado en el pasado por personas como Germán Yáñez y puntualizó que para llegar al punto hasta donde se cuenta con un trazo conocido, es necesario bucear una hora y a partir de ahí pueden bucear metros o más kilómetros.

El pozo Chu-Há cobró relevancia en abril del 2023, cuando fue objeto de las primeras inmersiones como parte de un programa de estudio de calidad del agua en la isla, impulsado por el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), con el que el ayuntamiento 2021-2024 firmó un convenio de colaboración para el monitoreo y estudio de la calidad del agua.

Los resultados solo fueron dados a conocer de manera general con niveles de calidad de bueno a regular, mediante un boletín de la dirección de Comunicación Social y fechado el 25 de mayo de ese año.

Sin embargo, el 5 de junio, durante la entrega de los reconocimientos por “Mérito Ambiental Isla Cozumel” que creo la alcaldesa, fue ella misma quien en su discurso dio a conocer que en el monitoreo que hicieron los investigadores del CICY se concluyó que los ríos subterráneos están contaminados con heces fecales humanas.