Agencias
DOHA, Catar.- El Barcelona cumplió escrupulosamente el contrato firmado con Qatar Airways y 30 minutos fueron suficientes para que el público que asistió al partido entre el Al Ahli y el Barça pudiera disfrutar de Messi, Suárez y Neymar al completo, informa Espn digital.

Un amistoso antipático para la plantilla pero de obligado cumplimiento fue la cita en que Alcácer, por fin, marcó su primer gol como azulgrana, en una tarde que comenzó con un hat-trick supersónico de la MSN y acabó con la esperada goleada (3-5) en que destacó el excelente gol, el 1-5, de Rafinha.

Luis Enrique puso al tridente en el once titular, en 17 minutos marcó un gol cada uno (Suárez a los 8, Messi a los 10 y Neymar a los 17) y apenas superada la media hora del amistoso Neymar y Messi abandonaron el campo.

Ter Stegen, Busquets, Iniesta, Alba y Sergi Roberto quedaron fuera de un once inicial que no tuvo que forzar en ningún momento para mostrar la diferencia entre los dos equipos, lo que provocó que una vez marcados esos tres goles el equipo rebajase la intensidad, más ocupado en evitar cualquier contratiempo en forma de lesión.

Tal es así, que hasta el descanso tanto se rozó el 0-4 como el 1-3 en varias ocasiones, en un fútbol alejado de cualquier presión y que colocó en el plano a Jasper Cillessen, quien realizó hasta tres excelentes intervenciones.

Mejor segundo tiempo

Dormido el juego en el primer tiempo, el segundo ofreció una mayor viveza, se vieron más goles y le dio más motivos para disfrutar al público local.

Un penalti que no existió sirvió para que el Al Ahli inaugurara su marcador a través de un lanzamiento a lo Panenka de Omar Abdulrahman, que provocó la mala cara de Jordi Masip, el tercer portero azulgrana que acabaría la jornada como, seguramente, el menos satisfecho.

De cabeza y a centro de Rakitic marcó Alcácer el 1-4, recibido con indisimulada alegría de sus compañeros por lograr, al fin, acabar con su mala racha ante portería, aunque aún hubo tiempo para más.

Para el 1-5, excepcional, de Rafinha y dos goles consecutivos de Asiri, el primero de ellos en un error de principiante de Masip al dejar descubierto el primer palo y el segundo, el 3-5, aprovechando la pasividad de Umtiti.

De ahí al final el Barça quiso minimizar riesgos más allá de buscar ampliar el marcador, que se acabó en ese 3-5 menos espectacular de lo que pudiera esperarse y que sirvió, simplemente, para cumplir el expediente.