Pese a campaña abreviada en 1981, el béisbol vivió momentos de gloria
El surgimiento de la inolvidable Fernandomanía y el récord de Pete Rose de más hits, fueron algunas de las gestas conquistadas aquel año en una temporada corta; hoy las Grandes Ligas se perfilan para una nueva temporada fugaz.
Nueva York.- La temporada comenzó con la Fernandomanía y terminó con una Serie Mundial entre rivales clásicos, los Dodgers y los Yanquis.
A batazos, Mike Schmidt se abrió paso hacia la conquista de su segundo premio consecutivo como el Jugador Más Valioso. Nolan Ryan lanzó otro juego sin hit.
Pero quizá la mejor forma de describir el béisbol de 1981 es recordando la búsqueda del récord de más hits en la historia de la Liga Nacional, emprendida por Pete Rose. El astro empató el récord en junio pero debió esperar hasta agosto para quebrarlo, debido a que una huelga paralizó la actividad en las Grandes Ligas durante casi dos meses.
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Rose debió conformarse con visitar regularmente la jaula de bateo durante la larga espera. “Fui ahí en cada uno de esos extraños días", rememoró.
En caso de ser posible jugar algo de béisbol en el presente año, los fanáticos deberían prepararse para una campaña abreviada. Y la de 1981 ofrecería la oportunidad más relevante de comparación que esté disponible.
Aquella temporada quedó partida en dos por una disputa laboral. Pero cuando el deporte se reanudó finalmente, sus estrellas aprovecharon esa oportunidad acortada y brillaron.
“Lo caótico, lo cambiante, lo único, lo intenso, todos esos elementos pesaron absolutamente en lo memorable que fue ese tiempo”, comentó Steve Rogers, el lanzador derecho cuyos Expos de Montreal se clasificaron a los playoffs por primera vez en la historia en aquel 1981.
Fue el año del debut de Valenzuela
Los primeros días de la temporada del 81 fueron dominados por Fernando Valenzuela. El novato mexicano tomó Los Ángeles por asalto, al ganar sus primeras ocho aperturas con los Dodgers, incluidas cinco con blanqueada.
Para el momento en que estalló la huelga, los reflectores apuntaban hacia Pete Rose, quien militaba entonces en los Filis, campeones defensores. El 10 de junio, en el último juego de Filadelfia previo al paro, el astro necesitaba un imparable para igualar el récord de 3.630 impuesto en la Nacional por Stan Musial.
Ryan estaba en el montículo ante los Filis. Rose empató el récord con un sencillo en el primer inning. Se ponchó en sus siguientes tres turnos ante el derecho de Houston. No rompió la marca sino hasta el 10 de agosto frente a San Luis, en el primer duelo de los Filis tras la huelga.
Los sorprendentes Expos
Pese a todo, el año fue memorable para Steve Rogers y los Expos. El béisbol expandió su postemporada, permitiendo que los cuatro líderes divisionales en el momento previo a la huelga se clasificaran. Incorporó también a los equipos con las mejores fojas posteriores al paro en cada división.
Los Expos (30-23) superaron a los Cardenales (29-23) en la cima del Este de la Nacional durante la segunda mitad. Obtuvieron así lo que sería su único boleto a postemporada en Montreal.
Los Cerveceros de Milwaukee se clasificaron también a sus primeros playoffs. Houston avanzó con ayuda del quinto juego sin hit de Ryan, el 26 de septiembre ante los Dodgers.
Montreal destituyó al manager Dick Williams en el ocaso de la campaña. Tuvo después una foja de 16-11 bajo las órdenes de Jim Fanning, para colarse en la postemporada. Rogers lanzó una blanqueada de dos hits ante los Mets en su última apertura de la campaña regular.
Y apenas estaba calentando.
En la primera ronda de los playoffs, Rogers venció dos veces a Steve Carlton, incluyendo el quinto y definitivo duelo en Filadelfia. Lanzó juego completo durante aquel triunfo de 3-0 e incluso remolcó un par de carreras.
Ante Los Ángeles, en la Serie de Campeonato, Rogers lanzó otro juego completo, en el tercer compromiso. Pero en el quinto, cuando ingresó como relevista, Rick Monday le conectó un jonrón en la parte alta de la novena entrada, y los Dodgers conquistaron el gallardete de la Nacional.
El final fue decepcionante, pero la temporada resultó memorable para los Expos.
Desafío para la temporada actual
Para el momento en que terminó la Serie Mundial, con la coronación de los Dodgers en seis juegos, incluido uno ganado por Valenzuela, era justo decir que la campaña de 1981, aunque distó de ser la idónea, definitivamente tampoco resultó una farsa.
Ése es el desafío que el béisbol enfrenta este año, en medio de la pandemia de coronavirus que ha puesto en jaque toda la temporada. Si la campaña alcanza a inaugurarse, será en parques vacíos, y si ese comienzo se demora incluso hasta el verano, el calendario podría quedar tan abreviado que algunos resultados parecerán ilegítimos.
Pero a fin de cuentas, el formato para el retorno del béisbol es una preocupación secundaria. Tan sólo jugar encuentros con seguridad sería un triunfo.
Y se desconoce si ello será posible.