Francisco Naranjo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Más de dos mil personas asistieron a la carrera “Coloréate 5K”, en la que hombres, mujeres y niños corrieron llenándose de color y compartiendo momentos de diversión.

A pesar de que la cita era a las 7 horas, muchos comenzaron a llegar desde una hora antes para ser parte de esta única experiencia.

Media hora antes, en el escenario que se instaló en la avenida Bonampak, a un lado de Plaza Península, los conductores empezaron a invitar a la gente a pasar al centro para comenzar el calentamiento.

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Mientras los corredores llegaban, muchas familias aprovechaban a tomarse fotos, los niños se encontraban emocionados, pues en algunos era su primera carrera, los jóvenes se tomaban “selfies” y los más experimentados calentaban. También llegaron personas con sus mascotas.

En punto de las 6:55 horas, toda la gente se reunió en frente del escenario para realizar el calentamiento en conjunto, en ese momento se aprovechó para tomar la foto oficial, en la que todos levantaron las manos.

En punto de las 7:20 horas, todos los corredores se formaron para la cuenta regresiva de 10 segundos hasta que una corneta sonó.

Cientos de personas empezaron a correr, mientras el polvo de colores rojo, azul, naranja, rosado, amarillo y morado salía de unos extintores.

Los corredores fueron en dirección hacia el bulevar Luis Donaldo Colosio y daban vuelta en el último retorno de la avenida Bonampak y de ahí siguieron hasta los semáforos a la altura de la entrada de Malecón Tajamar, y de ahí regresaban a la meta, en total, cinco kilómetros.

Entre los corredores también se vio a personas en sillas de ruedas deportivas participar y a decenas de padres de familia que llevaban a sus bebés en carriolas.

El primer lugar cruzó la meta alrededor de 16 minutos después de haber comenzado el evento.

Se trató de Daniel Luna, alias “El Bomba”, quien también fue el primer cancunense en ganar el Maratón Internacional de Cancún.

Conforme la gente iba cruzando la meta, iban pasando también a la zona de hidratación donde recibían naranjas, agua y Powerade, una toalla y un plátano para evitar calambres.

Las familias y los amigos aprovechaban para volver a tomarse fotos ahora llenos de polvos de colores y con miles de sonrisas que reflejaban lo divertido que había sido.

Al finalizar la carrera, todos se juntaron de nuevo para presenciar la “nube de color”, mientras de fondo se escuchaba música electrónica.

La gente terminó saltando y disfrutando, además de varios concursos.