Agencias
RIO DE JANEIRO.- Los organizadores de los Juegos Olímpicos han aceptado realizar pruebas virales en las aguas contaminadas de Río de Janeiro. Sin embargo, no tienen ninguna intención de trasladar las sedes.

No existe mayor presión en los cambios porque los atletas olímpicos tienen escasa influencia, algunos deportes no cuentan con instalaciones alternas y las federaciones deportivas mantienen importantes vínculos financieros con el Comité Olímpico Internacional (COI).

Carlos Nuzman, director del comité organizador de Río 2016, prometió este martes cumplir con las pruebas virales al señalar que lo más importante es "la salud de los deportistas".

Nula reacción

La mayoría de los atletas, sin embargo, no se han pronunciado, incluso después que The Associated Press divulgó un análisis independiente realizado durante cinco meses y que reveló niveles peligrosamente elevados de virus a causa de desechos humanos en todas las sedes de vela, remo, canotaje, triatlón y nado de aguas abiertas. Alrededor de mil 400 atletas deben competir en las sedes acuáticas.

El estadounidense Alex Meyer es uno de los pocos que ha levantado la voz. Participante en los Juegos de 2012 y ex campeón en pruebas de larga distancia, Meyer pidió que la competencia en aguas abiertas no se dispute en la playa de Copacabana. El deportirta no se clasificó a Río, así que no tuvo tapujos a la hora de hablar.

"Lo apoyo totalmente", dijo Meyer a la AP. "Esta es una pequeña demostración del porqué, en diversos frentes, los atletas olímpicos sienten que son tratados como poca cosa... A ellos (el COI) no les importa si estamos bien. Sólo quieren montar un espectáculo y nosotros somos prescindibles".

No existe una solución a corto plazo para eliminar la contaminación antes de la apertura de las justas, el 5 de agosto del próximo año. El grado de contaminación es una crisis de sanidad pública que podría tomar décadas en resolver, puesto que se requiere que los residuos de millones de hogares en los barrios pobres pasen por plantas de tratamiento de aguas negras.

Atletas sin gremio 

Además, existen otros obstáculos que se presentan para mudar las sedes contaminadas:

Los atletas olímpicos no cuentan que un sindicato o con alguien que se encargue de representarlos entre más de 200 países y 10 mil 500 deportistas.

En cambio, están vinculados a las federaciones que regentan cada deporte, y los comités olímpicos nacionales.

Muchos atletas han participados en competencias de preparación en Río el mes pasado y no se enfermaron, y creen que se exagera con el riesgo. Otros dicen que están dispuestos a asumir el riesgo de enfermarse ante el que podría ser el momento cumbre de sus carreras.

Intereses del COI

Muchas federaciones deportivas, sobre todo las más chicas, dependen financieramente del COI.

Peter Sowrey, director ejecutivo de la federación de vela, señaló que 50% de los ingresos anuales de la organización provienen de la cartera del COI.

Simon Toulson, mandamás de la federación de canotaje, dijo que las federaciones de menor jerarquía temen ser apartadas de las olimpiadas.

"No es fácil para un deporte chico como el nuestro", dijo Toulson. Añadió que todo tipo de cobertura negativa "nos afecta".

Por otro lado, las federaciones deportivas confían que las presentables imágenes por televisión sirvan para generar más interés en los deportes que no gozan de gran popularidad.

La vela y remo suelen disputarse lejos de las sedes principales, pero estarán en pleno centro de Río.

"A los atletas les fascina estar en el foco de atención de todo", dijo Matt Smith, jefe de la federación de remo.

Alternativas

El traslado de la maratón acuática de Copacabana sería lo más fácil, si es que los organizadores deciden mudar una prueba. Hay menos competidores, tiene un perfil bajo y se puede encontrar aguas con mejores condiciones en la costa del Atlántico.

El triatlón en Copacabana involucra ciclismo y una carrera pedestre, así que el cambio sería más complejo.

La federación de vela ha contemplado irse de la Bahía de Guanabara a otros tres sitios en la costa del Atlántico ante el temor que el agua contaminada -no la competencia en sí- acapare todos los titulares.

Pero el remo y el canotaje no tienen otras alternativas y deberán ir a la laguna Rodrigo de Freitas. Esta fue el sitio más contaminado, según el análisis de la AP.

El cambio de una sede generaría una catarata de problemas: Flujo de tránsito, alojamiento de los atletas y más costos para un país sumido en una recesión económica.

(Información de Associated Press)