Milenio Digital
CIUDAD DE MÉXICO.- La participación de los clubes mexicanos en la Copa Libertadores 2017 se derrumba luego de que las autoridades de la Confederación Sudamericana de Futbol (Conmebol) rechazaran las propuestas que puso sobre la mesa de negociaciones el presidente de la Liga Mx, Enrique Bonilla Barrutia, hace dos semanas en Luque, Paraguay.

El pasado 21 de octubre, en reunión de trabajo, Bonilla Barrutia expuso ante el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, varias alternativas para asegurar la continuidad, como sucede desde hace 18 años en el torneo continental, pero se toparon con una postura inflexible.

De entrada, el futbol mexicano solicitó a los sudamericanos mantener el mismo calendario de competencia, que es de febrero a julio, y no como se propone con las nuevas reformas de febrero a noviembre o diciembre, ya que con esta calendarización se empalmaría el torneo continental con la actividad de la Liga Mx, ocasionando un problema para mantener la asistencia a la Copa Libertadores.

Otra de las propuestas consistía en que México pagaría el 47 por ciento del dinero que ingresa al certamen por concepto de patrocinadores, y así evitar pérdidas económicas por no aplicar el calendario; también se sugirió la posibilidad de que los tres equipos del país se califiquen directamente, ya que en la actualidad uno debe disputar la fase de repechaje.

Pero en todo momento Conmebol se mostró renuente y poco flexible a todas las alternativas de negociación que le fueron presentadas, situación que ha puesto con un pie fuera de la Copa Libertadores de América a los equipos mexicanos para la edición 2017.

Esta postura de la Confederación Sudamericana ha generado que desde el mismo Comité de Desarrollo deportivo de la Liga Mx se contemple el dejar de participar, ya que los clubes del país, señaló Andrés Fassi, vicepresidente del Pachuca, no van arriesgar su principal producto que es el torneo local. "Hoy está en riesgo porque a como están hoy las calendarizaciones, con nuestro calendario y el calendario de la Libertadores, definitivamente pone en riesgo la potencialización de nuestra Liga.

Alternativas de Conmebol

Además, Conmebol no da muchas alternativas respecto a la calendarización que tiene México en su sistema de competencia", advirtió Fassi. "Es muy difícil encimar calendarios y después tener que decir 'voy a jugar más de la mitad de mi torneo con un equipo alternativo, en el torneo local, para tomar una participación', aspecto que de ninguna manera puede ser. No he visto a los equipos españoles o franceses tirar la Liga para cuidar una competencia internacional", apuntó el vicepresidente del Pachuca.

En 2010 se estimó que la participación mexicana en la Copa Libertadores representaría un contrato de cerca de 45 millones de euros por cinco años, dinero que sería desembolsado por el principal patrocinador del certamen que es un banco español.

"México aporta un porcentaje tremendamente significativo del 100 por ciento de los ingresos de lo que es la Copa Libertadores, entonces, como grandes estructuradores en un aporte deportivo, económico que México hace, México también quiere potencializar sus beneficios. Pero en este momento está difícil, porque Conmebol no da mucha alternancias a la calendarización que tiene México en su sistema de competencia", puntualizo Andrés Fassi, tras salir de la junta del Comité de Desarrollo Deportivo de la Liga Mx.

Aunque los miembros de dicho Comité también arman un plan B para mantener la internacionalización del futbol mexicano, el presidente de la Liga, Enrique Bonilla Barrutia, advirtió que ellos agotarán todas las instancias en la mesa de negociaciones con los directivos sudamericanos.

"Nosotros hasta que no salgamos a decirles que la puerta se cerró, no está cerrada y mientras no digamos que está abierta tampoco. Hay que seguir haciendo el trabajo y que se siga haciendo el análisis, hay que seguir las conversaciones", resalto Bonilla Barrutia.

Este tema será llevado a consideración de la Asamblea de Dueños de la Liga Mx a celebrarse el próximo 5 de diciembre, durante la inauguración de las nuevas instalaciones de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) en Toluca, Estado de México.