Cuando está en la línea de salida, rodeada de decenas de atletas de todo el mundo que han tenido un entrenamiento especializado, auxiliado por tecnología de punta y con equipamiento muy costoso, a Lorena Ramírez Hernández, corredora rarámuri, no le interesa, pues ella solo tiene una cosa en mente: llegar a la meta.

Junto con sus hermanos Antonio y Talina llegaron ayer a Chetumal para la Carrera Atlética 21K y contaron parte de su historia en conferencia de prensa, realizada en conocido hotel de la capital.

Al preguntarle sobre sus experiencias en las diferentes competencias en las que ha participado, Lorena dijo que algo que siempre ha ocurrido es encontrarse rodeada de atletas de todo el mundo, los cuales visten prendas hechas con telas especiales para absorber el sudor y brindar mayor comodidad a los deportistas, calzado específicamente creado para dotar al atleta de mayor adhesión al terreno, así como ayudarle a tomar mayor velocidad para la búsqueda de ganar estas competencias.

“A mí nunca me ha importado eso, no me doy cuenta de quién tengo a mi lado, en lo único que pienso es en llegar a la meta y hacerlo primero que los demás”, respondió.

Y es que, contrario a sus contrincantes en las competencias, Lorena viste el atuendo característico de su comunidad, hecho y bordado a mano por mujeres tarahumaras y, lejos de utilizar calzado de la mejor marca o tecnología, ella corre con sus huaraches hechos de hule y piel, lo cual ha sido objeto de sorpresa entre la comunidad atlética de todo el mundo.

Pero esto no es obra de la casualidad, pues la familia Ramírez Hernández tiene el deporte en la sangre de manera cotidiana y ocasionada por la misma necesidad, pues, debido a la lejanía de su hogar con el poblado más cercano, todos los días recorren cerca de 30 kilómetros para realizar todo tipo de diligencias, compras, e incluso ir a la escuela, recorrido que, en su mayoría, lo hacen corriendo, y de ahí su excelente condición física.

Reconoció que, debido a estas situaciones, tanto ellos como sus demás familiares han sido objeto de diversos estudios tanto físicos como médicos, en los que han determinado que, tanto la resistencia como la condición física es herencia de sus padres.