El exboxeador, Julio César Chávez reveló que sostuvo una reunión con líderes de cárteles de drogas más famosos de México como “El Chapo” Guzmán, “El Güero” Palma, Amado Carrillo, Juan José Esparragoza, Mayo Zambada y Los Arellano Félix.

Durante una entrevista con el presentador, Yordi Rosado, el exboxeador mexicano contó el día que por primera vez probó “la droga”, este asegura que fue después de ganarle al puertorriqueño, Héctor Macho Camacho.

Chávez mencionó que cuando ganó esa pelea, el sentía que ya había ganado todo, ya que poseía más de 20 millones en el banco, yates, avión privado, mansiones y demás cosas materiales que cualquier ser humano quisiera tener.

Sin embargo, esto no era suficiente para el boxeador porque se sentía solo a pesar de que siempre se encontraba rodeado de mucha gente. A raíz de este vacío el pugilista se refugió en el alcohol y las drogas, cuenta que cuando probó la cocaína no le gustó, pero poco a poco se fue “enredando”.

Cuando se adentró más en este mundo de excesos el exboxeador comenta que cambió y se volvió un ser despreciable.

“Le empecé a faltar el respeto a mi esposa, a mis hijos, a mi madre, me convertí en un piche ser despreciable” expresó Julio César.

Chávez menciona que conoce a todos los narcotraficantes, “El Chapo” Guzmán, “El Güero” Palma, Amado Carrillo, Juan José Esparragoza, Mayo Zambada y Los Arellano Félix.

Añade que cuando se coronó campeón del mundo, estos personajes eran admiradores del exboxeador, por eso lo mandaban a llamar, también asegura que si él no iba de todos modos se lo llevaban.

“El día que yo le gané a Macho Camacho, habían como mil años de cárcel” dijo el pugilista.

Asegura que después de esa victoria se encontraban los narcotraficantes mencionados y que estos querían conocerlo, y lo bombardeaban con varias preguntas y halagos se desesperó y les grito: ¡como nadie trae perico, me voy a la chingada! Enseguida los líderes de los cárteles le respondieron que iban a conseguir, pero pidieron que no se fuera.

Asegura que a pesar de que entre ellos existía “guerra” él seguía siendo amigo de todos.

“Me regalaban la droga, diamantes, relojes, me decían ‘es un regalo, cabrón’. Tengo joyas, todavía tengo unos guantecitos que me dio Pancho Arellano, que cuestan 80 mil dólares” añadió Chávez.

Esta fue su vida de excesos, pero ahora se mantiene limpio desde hace 12 años.

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