Gonzalo Franco/SIPSE.com
MERIDA, Yuc.- Hubo un tiempo, en que dentro del futbol soccer las porterías eran de madera, los jugadores no tenían números en sus camisas (hasta Brasil 1950), no había cambios de jugador por jugador. Las pelotas eran de cuero. 

Tampoco había fueras de juego. Los porteros podían recibir con las manos el balòn proveniente de sus jugadores. Los Mundiales solo se jugaban en Europa o en América. Las tarjetas amarillas o rojas llegaron hasta México 1970.

Alguna vez Franz Beckenbauer propuso que los partidos se jugaran de 10 jugadores contra 10.

También hubo la época del gol de oro, o la de los shoot outs. 

Hoy día a veces se juega en pasto artificial o en canchas techadas, y la tecnología cada vez ocupa un lugar más importante en el juego, sobre todo con el objetivo de ser un aliado más del árbitro, que no es capaz de ver todo lo que ocurre en un deporte que cada vez es más rápido.

El Mundial de Catar 2022 será el primero que se juegue en invierno.

Entre los cambios más recientes e importantes, de los últimos meses, está el que obliga al cobrador de un penal a no detener su carrera en ningún momento.

Algunos cambios han permanecido al paso del tiempo y otros no. 

Pero haber escuchado este martes que la FIFA comandada por Gianni Infantino aprobó hoy un Mundial 2026 con 48 equipos, me parece lo más aberrante que yo haya escuchado jamás en el mundo del futbol soccer. FIFA saltó de la corrupción a la locura.

Incluso Cuba pudo acceder a un Mundial en 1938, pero Suecia la destrozó 8-0 en cuartos de final. (lajiribilla.cu)

Más y más y más

El Mundial, que comenzó en 1930 con solo 13 selecciones, subió a 24 equipos en España 82 y a 32 equipos en Francia 1998. 

¿Por qué hacer una Copa del Mundo con casi 50 combinados nacionales?

¿Se pretende que los débiles de siempre por fin consigan cumplir su sueño? 

Evidentemente la intención de FIFA es mejorar el negocio económicamente pero en el sentido estricto futbolístico no le veo el caso. Un Mundial es ese evento de cada cuatro años, en que por naturaleza solo los más fuertes avanzan y unos cuantos hacen la proeza de calificar e incluso llegar a instancias finales.

Ese es el verdadero chiste. 

Recordemos lo que lograron Camerún en 1990 y Croacia en 1998, por poner algunos ejemplos. Y nadie daba nada por ellos. Y los mundiales tenían menos equipos.

Se requiere que los 'débiles' se fortalezcan sin necesidad de que les lleven las cosas hasta la puerta de su casa. 

Si se trata de que todos puedan jugar un Mundial, meta la FIFA de una vez a sus más de 200 afiliados. Si se trata de hacer un verdadero Mundial, donde estén solo los mejores, donde a veces avanzan oncenas sorpresivas, échese marcha atrás a este absurdo de la FIFA, que está por desbarrancar el prestigio de su torneo más importante.