Agencias
MÉXICO, D.F.- A los seis años de edad empezó Abraham Ancer a jugar al golf. Era 1997, año en que Tiger Woods ganó su primer gran torneo, el Masters de Augusta, así que Ancer creció, con lo que llama “la era Tiger Woods, el Dios en el campo”.

Ahora Ancer tiene 24 años y en la temporada 2015-2016 va a hacer su debut en la PGA Tour, donde seguramente se encontrará con su ídolo, quien lo inspira a ser mejor día con día, publica Notimex.

“Es un sueño que tengo desde pequeño. Durante este primer año debo aprender mucho, lo más que pueda y tratar de jugar lo mejor posible en esta mi primera temporada en la PGA Tour”, expresó.

Quien nació el 27 de febrero en 1991 en McAllen, Texas, compartió que este año aprendió bastante porque fue su primera temporada como profesional en la que participó aproximadamente en 25 torneos.

Siente que aprendió mucho, al darse cuenta que no es como muchos piensan, de que llegas a un campo y quieres jugar impresionante en cada torneo y te rindes si no lo haces bien en cada uno de ellos.

La verdad, expresó, uno se da cuenta que la temporada es el transcurso de un año y obviamente se van a tener a veces torneos malos de los que uno debe aprender y analizar el por qué hice las cosas mal y con eso mejorar para la competencia que sigue.

Otro factor, es el aprendizaje de cómo reacciona el cuerpo al llevar tres meses de competencia todos los días, lo cual permitirá estar mejor para el siguiente año.

Swing

Respecto a su swing comentó que le pasa algo muy chistoso con su golpe de salida, porque nunca lo ha cambiado desde que empezó hacerlo desde muy pequeño, no tuvo un maestro para ello, alguien le enseñó lo básico en el Campestre de Reynosa, y desde pequeño fue haciendo su swing y nunca lo ha cambiado.

Pero resulta que en los últimos cuatro torneos, donde no le ha ido muy bien, no le ha pegado a la bola como está acostumbrado hacerlo o lo hizo en los torneos anteriores, por lo cual se puso a observar sus movimientos y se dio cuenta que se le desacomodó un poquito el movimiento desde arriba hasta el final del accionar de su cuerpo.

Por eso ya empezó la corrección de su golpe de salida, mientras que en el green debe tener imaginación para sentir lo que va a hacer la bola.

Esto debido a que en esa área hay muchos factores, como qué tan rápida está la superficie, qué tan firme, cuánta caída tiene, qué tipo de césped es, porque cada uno tiene su efecto sobre la bola.

Lo que hace es simplificar mucho el putt, tratar de ver la caída, imaginarse dónde tiene que pasar la bola, embocarla y no pensar en tantas cosas para no batallar mucho.

El criado desde niño en Reynosa, Tamaulipas, será uno de los atractivos del torneo Mayakoba, donde ya participará con su tarjeta de membresía del PGA Tour.

“Es mi temporada como novato. Tener la oportunidad de jugar en mi país, es algo increíble, algo que he soñado toda mi vida hacerlo ante mi familia y amigos”, aseveró.

Nervios, 'para mejorar'

Será su debut en el campo del Camaleón Golf Club, diseñado por Greg Norman, del cual le han dicho sus compañeros de circuito que es increíble por todo lo que han vivido allí. Será su segunda presentación en territorio mexicano como profesional y el primero ya con tarjeta de PGA Tour.

“Voy a estar muy contento, a la mejor un poquito nervioso, pero creo que serán esos nervios que me ayudarán mejorar. Ya quiero estar ahí. Ya quiero ver cómo está el campo y todo organizado. Va a ser increíble esa experiencia”, dijo.

Su inclusión en la PGA Tour le brindará la oportunidad de compartir campo con los estadunidenses Jordan Spieth, actual número uno del mundo, Bubba Watson, Rickie Fowler y su ídolo Tiger Woods, entre otros, así como el australiano Jason Day el norirlandés Roy McIlroy.

“Va a ser impresionante llegar al primer torneo y los vea a todos, además son jugadores jóvenes” señaló al tiempo que recordó que con Spieth jugó en la Universidad.

Desde hoy sabe que ese momento va a ser impresionante, pero lo más natural es pensar que todos son seres humanos, que van a tener días buenos y malos, y tratar de jugar como si fuera cualquier otro torneo.

Es obvio que tiene influencia de uno de los más grandes, al compartir que “crecí en la era de Tiger Woods, entonces es difícil decir que es otro (mi ídolo), porque hay otros jugadores que me encantan como se desempeñan en el campo, pero yo crecí en la era cuando, por ejemplo, Tiger Wood era un Dios en el campo”.

Agregó que “fue mi ídolo desde que tenía seis años y fue muy impresionante ver su carrera, no hay muchos jugadores que pasan como él y soy muy afortunado crecer en esa era y poderlo ver todo en vivo”.

Recordó que lo veía jugar y se iba de volada al campo y quería pegarle a la bola al igual que él, pero nunca quiso ser igual que él en las posturas del juego.