Jesús Erosa/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Los hermanos Michelito y André Lagravere Peniche comenzaron bien el año, con una tienta en el cortijo del rejoneador Cuauhtémoc Ayala, con reses de la ganadería de Jesús Conde Medina, donde también estuvo como invitado el matador Pedro Haces.

El novillero André Lagravere El Galo partió plaza en la feria de Tizimin con astados de “San Salvador” y su alternante fue la matadora Hilda Tenorio y el novillero español Manuel Reyes.

A pesar de estar la arena mojada por la lluvia, Hilda Tenorio hizo un buen papel y recibió ovación en su primer y segundo enemigo,  y no pudo matar a éste porque se fue la luz eléctrica en el ruedo.

En cuanto a Manuel Reyes, hizo una buena faena derechista pero  no pudo con la espada.

Pero el que sí lució fue “El Galo”, quien a pesar de las condiciones del piso, mostró coraje y profesionalismo trabajando bien y variado con el capote, espectacularidad con las banderillas a pesar de varios resbalones realizo faena de mucha entrega  con la muleta.

Con la muleta dio media estocada y por 2 descabellos le hicieron perder los trofeos, pero se ganó la vuelta al ruedo con ovación.

Reunión con el gobernador

Mientras, en el portal especializado en la fiesta brava “Península Taurina” se publicó que el matador y representante de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, Rejoneadores y Similares, Antonio Urrutia, estuvo en esta ciudad en el informe del gobernador Rolando Zapata Bello.

En ese Informe le entregó una carta en la que le expone la situación de la cancelación de la temporada taurina en la Plaza Mérida, solicitando su intervención para resolver la problemática que se ha presentado y que ha afectado una tradición de muchos años y suprimido fuentes de empleo.

Señala la nota que en la misiva entregada a Zapata Bello, el matador de toros Urrutia le entregó otra carta solicitud, acompañada de una carpeta que contiene los documentos y decretos necesarios para que la fiesta brava sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial en el estado de Yucatán. 

Sin embargo, se sabe que ahí no tiene injerencia el Gobierno del Estado, toda vez que la Plaza Mérida es responsabilidad del Ayuntamiento de Mérida.