Jesús Erosa/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Uno de los dos “Jugadores Más Valiosos” (JMV)  de los Leones de Yucatán, el dominicano Jesús “Cacao” Valdez, terminó como campeón de bateo de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), con un promedio de .363.

De acuerdo con la escuesta que hace Leones al través de su página, Valdez y el estadunidense Corey Wimberly recibirán esa distinción de JMV de los melenudos.

La oficina de prensa de los selváticos recordó que en 1990 el californiano Nick Castañeda obtuvo los máximos honores para un bateador de los Leones en el circuito veraniego, y ahora, 25 años después y en su primera temporada en México, el quisqueyano Valdez acaparó los reflectores con su explosiva ofensiva. 

Agregan  que “Cacao” y “Flow” o “Flash” Wimberly son por unanimidad los “Jugadores Más Valiosos” del Yucatán en la temporada regular, según una encuesta entre aficionados realizada por el periodista e historiador Emmanuel Efraín Azcorra Cantón y la página www.leones.mx.

Ambos han sido claves en la temporada de ensueño de los Leones en 2015, que los ha regresado a la postemporada después de 4 campañas de navegar en los últimos lugares de la Zona Sur.

De las mejores contrataciones

El equipo se mantuvo 57 días consecutivos en el liderato, pero además, desde el 29 de mayo no han bajado al tercer lugar. Esto quiere decir que más de 70 días estuvieron en los 2 primeros sitios, un hecho sin precedentes en sus 47 temporadas en la pelota mexicana.

Valdez sólo llegó a los entrenamientos de pretemporada para probarse, pero resultó sin duda alguna una de las mejores contrataciones extranjeras de los felinos en los últimos años, al batear para .363, con 17 jonrones, 98 carreras empujadas y un guante seguro en la parcela izquierda.

Wimberly es otra gran contratación y uno de los más grandes jardineros centrales en la historia melenuda. Espectacular en su fildeo, realizó por lo menos 15 atrapadas sensacionales en casa, la cifra más alta de la historia del equipo.

“Flow” (Flotador) o “Flash” (Veloz) como le apodan los cronistas bateó arriba de los .300, anotó 97 carreras, todo el tiempo estuvo en las bases, sumó 34 robos y recibió 24 pelotazos para dejar bien atrás la marca de 17 que Leobardo Arauz impuso con los rugidores en 2004.