Jesús Erosa / SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El sexto de la tarde salvó la fiesta, un burel cárdeno paliabierto bautizado con el nombre de “Villancico”, marcado con el número 241 y con 520 kilogramos de peso, que le correspondió al hidrocálido Joselito Adame, al que lanceó hasta entregarlo al piquero Isabel Prado, que rodó con todo y cabalgadura sin antes recetarle un puyazo de padre y señor nuestro.

La tarde noche en la Plaza Mérida se colmó de emociones y le solicitó al coleta que vestía un terno doble oro, que colgara los garapullos y, ante tanta insistencia se armó de los palitroques para incitar al de la dehesa de Mimiahuapan, zampando los arponcillos magistralmente en el lomo sangrante del bicho. Luego de los tres pares, el último tirando las zapatillas en prenda, recibió una salva atronadora de palmas. 

Adame, brindó al multicéfalo para torear iniciando agarrado de las tablas y sentado en el estribo se lo pasa en dos ocasiones para luego jalarlo al centro a base de derechazos forzados de pecho, para recibir más palmas y un coro de “oles”.

Con la pañoza en la diestra, Joselito mete a su terreno al burel que ya no cantaba villancicos sino quería comerse el trapo.

Adame realiza tandas de naturales, algunos molinetes, cerrando la brecha hasta embarrarse del líquido bermejo en el hermoso traje. Midiendo los tiempos y la fuerza del natural de Guanajuato, se perfila y en el primer viaje pincha sin soltar; luego, ya más atinado, hunde el acero con ración de tres cuartos suficiente para hacer doblar al animal y el pueblo sacar pañuelos pidiendo el arete.

El juez Ulises Zapata León, sin tanto regateo, concede una oreja con la vuelta al ruedo, incluso con el niño Jhonatan Alberto Chi Cabrera, que vestía terno verde botella y muy circunspecto, agarrado de la mano de Joselito, recorrió al anillo.

El respetable coincidió en que Joselito merecía las tres orejas, pero la autoridad se vio muy quisquillosa y sólo  otorgó una.

El mano a mano del cartel, anunciaba al chilango Eulalio López, mejor conocido como “Zotoluco” el que no le buscó la cuadratura a sus tres bureles nombrados: “Decembrino” corrido en primer sitio, luego tuvo a “ Piñatón”, en tercer lugar y su tercero corrido en quinto lugar de nombre “Navideño”. A los tres pinchó recibiendo de las gradas el silencio y gritos nada edificantes...¿Tiempo del retiro? al tiempo...

Joselito también lanceo a “Noche Buena”, pinchando, luego a “Tecojote”, un castaño que alzó la romana hasta 565 kilogramos; empero, se le vio bobalicón y sin enjundia, por lo que Adame cortó por lo sano... y ya.