En medio de una temporada de fútbol marcada por las crecientes tensiones entre los jugadores y la FIFA, un nuevo frente se ha abierto en la disputa sobre la saturación de juegos y calendario y la toma de decisiones.

El sindicato de jugadores FIFPRO, junto con el grupo de Ligas Europeas, ha presentado una denuncia formal ante la Comisión Europea, acusando a la FIFA de abuso de posición dominante y falta de consultas adecuadas al tomar decisiones que impactan tanto a los jugadores como a las ligas.

La queja, presentada el lunes, destaca los problemas derivados de la expansión de competiciones masculinas internacionales y de clubes, que según FIFPRO y las ligas afectadas, han puesto en riesgo la seguridad de los futbolistas debido a la carga de trabajo cada vez mayor.

La introducción de un Mundial de Clubes con 32 equipos en 2025 y la ampliación de la Copa del Mundo a 48 selecciones en 2026 son ejemplos de la creciente saturación que se avecina en los próximos años.

Estas iniciativas, impulsadas por la FIFA, han sido criticadas por no considerar de forma adecuada el bienestar de los jugadores ni el impacto en las competiciones locales.

El abogado de los demandantes, Mark English, subrayó que lo que buscan es un cambio en la manera en que se toman las decisiones, solicitando un procedimiento "justo e inclusivo".

No se trata de una demanda para obtener compensaciones económicas, sino de una solicitud para que la FIFA modifique su forma de operar, específicamente en lo que respecta al calendario internacional.

La acusación sostiene que el organismo rector no ha llevado a cabo un proceso de consulta adecuado con las partes interesadas, lo cual afecta especialmente a las ligas nacionales, que han visto restringidas sus opciones de programación debido al incremento de fechas ocupadas por competiciones internacionales.

Además de la denuncia presentada en Bruselas, la disputa se enmarca en un contexto más amplio donde la FIFA ha enfrentado varias controversias legales en los últimos años, desde la fallida propuesta de la Superliga Europea hasta nuevas regulaciones sobre agentes de jugadores y cambios en el mercado de transferencias.

En todos estos casos, el papel de la FIFA como regulador y organizador de competiciones ha sido cuestionado, generando tensiones con otras entidades del fútbol, como la UEFA, que ha incrementado también la cantidad de partidos con la expansión de torneos como la Liga de Campeones y la Liga Europa.

FIFPRO ha advertido que la situación actual amenaza no solo la salud de los jugadores, sino también la integridad de las ligas nacionales, que son el pilar fundamental del fútbol europeo.

La falta de espacios disponibles en el calendario para partidos domésticos afecta tanto a los equipos como a los aficionados, lo que podría derivar en un conflicto laboral si no se llegan a acuerdos satisfactorios.

(Con información de The Associated Press)