William Sierra/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Yoanner Negrín volvió a dar otra cátedra desde el centro del diamante, ahora ante Diablos Rojos del México, a los que sujetó en toda la ruta en cinco jits, y con el respaldo de sus compañeros tanto a la ofensiva como defensiva, condujo a Leones de Yucatán a una lechada de 7x0, ante 11 mil 987 aficionados reunidos en el Parque “Kukulcán Álamo”.

Sin embargo, el líder Puebla también ganó y se mantiene a un juego de ventaja sobre los melenudos.

El cubano simplemente congeló el infierno con todo tipo de jeroglíficos para apuntarse su tercera blanqueada de la temporada.

Pocas veces se vio en aprietos, como en la octava, cuando se le llenaron las colchonetas, pero se fajó los bombachos y salió con banderas desplegadas para su triunfo 11 a cambio de un revés. Completó la cuenta con ocho ponches, dio un pasaporte y golpeó a uno. 

Y para estar a la altura de su lanzador, su cuadro lo respaldó con filigrana defensiva y a la ofensiva lo apoyaron con 13 imparables, incluido jonrón de Luis Alfonso García y par de biangulares y sencillo de Diego Madero.

El descalabro lo sufrió Arturo López (2-7) en cuatro episodios en los que lo castigaron con ocho jits y cuatro anotaciones. No dio ninguna base y engomó a cuatro.

Luego de retirar el primer episodio fácilmente, incluso sin que le sacaran la pelota al cuadro, Arturo López fue recibido al abrir el segundo episodio con cuadrangular de García, su noveno de esta temporada.

Negrín estuvo dominador, de hecho, después de haber retirado a ocho en fila vino a recibir su primer imparable, biangular de Hans Wilson, pero luego retiró el episodio al anestesiar a José Augusto Figueroa.

Carlos Figueroa sorprendió al serpentinero cubano con preciso toque de bola, al abrir el cuarto acto. Luego se estafó la segunda, pero al volver a desafiar a Negrín, éste lo pescó en certera revirada para ponerlo fuera. La jugada resultó importante, pues el siguiente bateador Dan Black conectó indiscutible.

Hasta la octava entrada, y con uno fuera, Negrín vino a permitir su cuarto indiscutible, de Eliézer Alfonso; Juan Carlos Gamboa fue dominado con elevado al central, pero el antillano se metió en apuros al golpear a Wilson y regaló la base a José Alfonso Figueroa. Con la casa llena, Iván Terrazas entró de emergente, pero Yoanner se creció y lo ponchó.

Como auténticas fieras, desplegando un beisbol agresivo, así consiguieron su segunda carrera en el tercer acto. Con uno fuera, Madero bateó doblete, se estafó la antesala y llegó a la registradora con una rola a la tercera que disparó Héctor Giménez, quien llegó quieto a la inicial echándose un clavado.

Y “a cuenta gotas” siguieron los reyes de la selva ampliando la ventaja, con otra “rayita” más, en la cuarta. Tras dos fuera, José Juan Aguilar dio sencillo y en jugada de correr y batear alcanzó la registradora al meter una línea que se fue al jardín izquierdo Israel Núñez, quien hizo su presentación en casa como receptor titular.

Para la quinta, los reyes de la selva sacaron al abridor escarlata a punta de trancazos, siendo Corey Wimberly el que dio la voz de ataque al disparar doblete.

El estadounidense fue sorprendido y cuando parecía que lo pondrían fuera en el “tira y tira”, llegó a salvo a la tercera por interferencia de Carlos Figueroa.

Madero no perdonó y trajo a “Flow” con biangular, Giménez fue ponchado. Sin embargo, Jesús Valdez dio doble productor, García cedió el segundo tercio, Serrano recibió la base, jit de Aguilar envió a la goma al “Cacao” y la cuenta se completó con indiscutible remolcador de Núñez.

La segunda oportunidad para Basulto

El yucateco Omar Basulto es de esos peloteros que no se intimida ante la adversidad y de los que cree firmemente en las segundas oportunidades.

Apenas a sus 22 años de edad ya experimentó lo que es formar parte de una organización de las Grandes Ligas, como son Piratas de Pittsburg, en la que estuvo cuatro años en una sucursal, hasta que el terror de todo deportistas se le presentó: una lesión en el brazo de lanzar, que lo dejó inactivo durante un año y a la postre el club filibustero lo dejó en libertad.

Sin embargo, lejos de sentirse derrotado, nunca se rindió y ahora ya está de vuelta en el centro del diamante enfundado en la franela de Diablos Rojos del México.

“Se siente bien estar en casa, con un nuevo equipo, al que hay que defender”, expresó.

En ese mismo sentido, admite que estar en el Kukulcán le trae gratos recuerdos, pues desde pequeño, cuando venía con su familia, por su mente soñaba en jugar algún día con Leones de Yucatán, lo que a los 16 años de edad consiguió, en 2011.

En la pretemporada del año siguiente con las fieras fue llevado por Piratas.

El Dato

• Ocho triunfos al hilo suman Leones de Yucatán, además de ganar 26 de sus últimos 31 partidos.