Martiniano Alcocer/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Lupita Worbis es primera en muchas cosas y en otras muchas es de primera...

Desde que en 2000 debutó en la Selección Nacional femenil de futbol hasta hoy, 14 años, 112 partidos y 22 goles después, la joven yucateca nunca ha visto una tarjeta roja y, si acaso, la han pintado de amarillo “dos o tres veces”.

Una lección de juego limpio difícilmente superable.

“Es que yo no juego con la lengua”, explica Teresa Guadalupe Worbis Aguilar –Lupita para los afectos-. “Yo entro a la cancha a hacer lo mío, a seguir las indicaciones del técnico y entregarme para cumplir bien lo que me pidan”.

Y lo que le pide su entrenador, Leonardo Cuéllar, es desempeñar bien una de las posiciones más difíciles, si no es que la más difícil, del futbol: medio de contención, una tarea en la que se necesita visión para construir y arrojo y valor para destruir. Y una extraordinaria condición física para subir y bajar sin descanso.

Una posición en la que se está en el filo de la navaja, pero que la futbolista ha superado con disciplina y lealtad a los postulados del deporte.

Lupita, primera yucateca en jugar beisbol en la Liga Yucatán, primera yucateca en la Selección, primera en ganar dos medallas en Panamericanos, primera en ir a Estados Unidos a jugar futbol profesional, con el Chicago Spirit, nunca ha faltado desde 1999 hasta la fecha a las convocatorias de Cuéllar.

Hoy Lupita está a punto de alcanzar otra meta, conquistada con el mismo empeño que ha puesto en la cancha: en mayo se gradúa como arquitecta en el Tec de Monterrey Campus Puebla.

Casi la primera

• 112 convocatorias lleva Lupita, apenas una menos que Maribel Domínguez: 113.
• 22 goles ha anotado durante su paso por la Selección Nacional, también la segunda.