Mariano Rivera, el astro que nace en la despedida

Múltiples ovaciones reconocen la grandeza del pelotero panameño en el Juego de Estrellas.

|
El momento de la gloria que pasará a los anales de la historia, el último golpe de Mariano Rivera. (Agencias)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Agencias.
NUEVA YORK, Estados Unidos.- En la octava entrada, la Liga Americana aventaja 3-0 a la Nacional en el Juego de Estrellas. De repente, cuando nadie lo espera, comienza a sonar su tema y el relevista emerge del bullpen para dirigirse al montículo. Se trata de Mariano Rivera, el público le dedica una ovación inacabable. Los propios peloteros de ambas cuevas lo aplauden de pie. 

La temporada de ensueño que vive este pitcher de 43 años en su despedida del deporte, señala AP, le regaló otro momento memorable, ello fue cuando el pasado martes el béisbol le brindó un homenaje que confirmó su condición de gloria inmortal.

Durante un minuto y medio, Rivera quedó solo en el medio del montículo. Se quitó el gorro y procedió a saludar hacia todas las direcciones del estadio. Se puso el gorro en su corazón.

'Fue grandioso', dijo Rivera, el derecho que surgió de Puerto Caimito, un pueblo de pescadores en Panamá. 'Casi que me ponía a llorar', dijo.

Rivera le gritó al receptor venezolano Salvador Pérez: 'vamos para el juego, vamos a tirar'. El juego se tenía que reanudar y Rivera procedió con su rutina de siempre. Hizo 16 lanzamientos, todos con su especialidad -la recta cortante - al retirar en fila a Jean Segura, Allen Craig y Carlos Gómez.

Ya es parte de la historia

Carlos Gómez expresó: 'Ahora soy parte de la historia (...) Fui el último bateador que Mariano sacó de out en un Juego de Estrellas'.

Pero el partido no será recordado por el triunfo de la Americana, sino por Mariano Rivera, cuya decisión de anunciar su retiro ha provocado un despliegue de homenajes en cada estadio que visita, como cuando en Minnesota le regalaron una mecedora ensamblada con bates rotos.

Previo al juego, David Ortiz, la estrella de los Medias Rojas, tuvo la brillante idea de reunir a los jugadores latinoamericanos del equipo de la Americana para sacarse una foto junto a Rivera. En la fotografía están Ortiz, Félix Hernández, José Bautista y demás hicieron un círculo alrededor del panameño.

Este fue su 13er clásico de mitad de temporada, y se despide sin haber permitido una sola carrera en nueve apariciones.

Se queda sin balas

Quienes han sido sus rivales dicen que aún tiene para seguir lanzando (suma 30 salvados con 1.83 de efectividad esta campaña), pero Rivera afirma que ya 'casi no me quedan balas'.

Con su porte sereno, Rivera tiene la virtud de ganarse la admiración de sus colegas. Como señala David Wright, el capitán de los Mets, 'olvídense de los números, olvídense que sea el mejor cerrador de la historia. El atributo especial es la forma intachable al hacerlo todo'.

Por enésima vez, Rivera guardó distancia ante los elogios: 'Yo no tengo nada que decir de mi persona. Todo es por la gracia y misericordia de Dios', dijo, 'Sólo hago una cosa, que es lanzar'.

En la recta final de su carrera, Mariano Rivera agradece el apoyo de su gente, 'tengo que dar las gracias por el apoyo, todo un país que me apoyado desde que empecé. Siempre ha sido un placer representar a Panamá en toda mi carrera, Sé que se lo han gozado, al igual que yo. Trabajar y conseguir méritos para Panamá siempre ha sido mi labor, qué más puedo decir que gracias'.

Lo más leído

skeleton





skeleton