Agencias
BARCELONA, España.- El auxiliar técnico Jordi Roura, encargado del funcionamiento del Barcelona, reconoció que la llegada del timonel mexicano Javier Aguirre ha dado nuevos bríos al Espanyol, su rival de este domingo.

De cara al derbi de la Ciudad Condal a disputarse en el Camp Nou, correspondiente a la fecha 18 de la Liga de España, Roura, quien ofreció conferencia de prensa, destacó el cambio positivo en el equipo blanquiazul, por lo que esperan un rival difícil de superar.

"Contra el Espanyol siempre hay una dificultad añadida porque son derbis. Es verdad que con el cambio de entrenador hemos tenido que volver a ver los últimos partidos porque cambia el sistema y la forma de jugar. El Espanyol ha experimentado un cambio, no conoce la derrota y ha sido beneficioso", declaró.

Desde que llegó Aguirre a la dirección técnica del Espanyol tras el despido del argentino Mauricio Pochettino, los Periquitos tiene tres empates, uno de ellos en el Santiago Bernabéu frente al Real Madrid y una victoria.

Jordi Roura, quien dirigió el último choque de 2012 ante el Valladolid por la ausencia de Vilanova quien volvió a ser operado para combatir la reaparición de un tumor cancerígeno de la glándula parótida, declaró que Tito desea estar en el banquillo este domingo.

"Sí (estará mañana). Está bien, sorprendió a todo el mundo. Aún tiene que superar el tratamiento pero no hay duda de que está bien, animado y fuerte, y eso es lo más importante", recalcó Roura.

El segundo entrenador del Barcelona destacó que la reaparición de Tito Vilanova sin duda le dio energía al plantel "el grupo reaccionó de manera extraordinaria. Una vez más este equipo ha dado muestra de la fortaleza que tiene, la primera en fue en el partido de Valladolid, y las seguirá dando, no me cabe duda".

Sobre la cómoda diferencia que lleva el equipo Blaugrana respecto al campeón defensor Real Madrid, Jordi Roura aseveró que no deben hacer confianza y sí mantener el buen desempeño para llegar al final de la temporada de manera tranquila.

"Podría pasar (relajarse), pero nuestro trabajo es intentar que no pase. A pesar de los 16 puntos de diferencia somos conscientes de que no está hecho, queda una vuelta, iremos partido a partido, intentando ganar todos los puntos posibles. Cuanto más tarde llegue la primera derrota, mejor, pero intentaremos continuar con el mismo ritmo de antes de Navidad".