El título de liga es lo importante en América

Aunque ganar Concachampions ya es una palomita en su historial, el técnico del América está consciente de las exigencias en su club.

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'Nacho' Ambriz asegura que no ha callado bocas al ganar la Concachampions porque ese nunca fue su objetivo al llegar a América. (Facebook: América)
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Milenio Digital
CIUDAD DE MÉXICO.- Ignacio Ambriz sonríe. El entrenador de América conserva ese andar sereno, el elogio y el éxito reciente no lo han sacado de su papel, sabe que en el club donde ahora está instalado los éxitos deben ser constantes, que el tiempo para celebrar es efímero, porque la exigencia es un modo de vida en ese banquillo. Cuando viaja de casa rumbo a Coapa, o al revés, suenan en su auto los Ángeles Azules "son de mi rumbo", dice, pero también escucha "música cristiana de Juan Romero, porque es algo que me relaja".

Además, Nacho es un tipo que gusta de los libros. La música y la lectura le ayudan a aislarse un poco de la rutina diaria y, por ende, del estrés y demanda que conlleva el cargo. Ambriz ha enterrado las voces críticas que no le veían el empaque para el banquillo del conjunto azulcrema. Fueron muchos foros los que le tenían en el punto de mira, pero él mantiene el discurso, reitera que las dudas y las críticas lo han fortalecido.

Es lo que tienen los títulos, devuelven la paz y conceden tiempo de tregua. Ha pasado poco más de una semana de la conquista de la Concachampions y Nacho mantiene la compostura, dejarse llevar por la euforia no va con su personalidad, saluda a los trabajadores de Coapa, posa con ellos. Cambiar esas cosas que le han ganado el adepto de la gente administrativa y operativa que labora en el club, no es algo que le pase por la mente.

En entrevista con La Afición, el timonel de las Águilas dice que el tiempo de celebrar ha pasado, que la demanda es más grande para los compromisos inmediatos. Acepta que está en paz después de haber logrado esa palomita a la que siempre hace referencia en sus conferencias, sobre todo porque en diciembre, con la eliminación del Mundial de Clubes, pasó su peor noche, pero junto con su grupo de trabajo y los jugadores, ha logrado que el club reserve vuelo para Japón. Aclara que sí quiere estar ahí, pero sabe que serán los resultados los que le mantengan en su puesto. Con la Liguilla en la puerta de enfrente, avisa que América está listo para pelear por el campeonato de Liga.

—Siempre has dicho que venías a trabajar con humildad, es una palabra que has hecho tu bandera; el paso aquí ha sido muy duro. ¿A qué supo ganar a ti y a tu cuerpo técnico?

"Al inicio no te cae el veinte, ahora que ya pasó una semana lo ves más fríamente y sacas el valor de entregarle un título a esta institución; sabes que si algo te exige la afición y la directiva son los títulos. Por ahí, muchas de las entrevistas van enfocadas hacia si he callado bocas, a que si ahora sí le gusto a la afición, pero de verdad no vine a callar bocas, vuelvo a lo mismo: vine a trabajar y siempre supe de la exigencia que tiene este club. Lo único que sí he hablado con mi cuerpo técnico en estos días es que nos deberíamos de sentir tranquilos de que el trabajo que tanto les pregoné nos ha ayudado a salir adelante. Hoy también hay una buena relación entre los jugadores y el cuerpo técnico, el jugador sale a la cancha a dar lo mejor de sí. Ahí no tengo temor a equivocarme, el equipo está muy parejo, todos los puestos están muy disputados y eso nos ha permitido que el equipo ande bien".

—¿Ganar sabe bien?

"Claro que sabe, al final es un título que le entregas a la institución en el año del Centenario, si el día de mañana me toca irme, tendré la palomita que tanto he hablado, que es lo que la gente aplaude. En este club siempre hay que ganar y eso te despierta el hambre y la ilusión de decir que estamos a la puerta de una Liguilla y vamos a luchar por el título".

—¿Cuál ha sido la noche más difícil para conciliar el sueño?

"La del Mundial de Clubes (13 de diciembre en Osaka, Japón), no fue nada fácil, fue un batacazo muy fuerte, llegas a pensar muchas cosas, que a lo mejor puedes quedar fuera del club, ese día cené con mis hijos. Al final creo que son situaciones que te fortalecen para los nuevos retos; me he sacado esa espinita y este club va a regresar a un Mundial de Clubes a buscar esa revancha".

—Pasaron 136 días de aquella noche, ¿qué tan duros fueron esos días?

El más duro fue ese día, porque había muy buenas expectativas para ese torneo. Por ahí se han hablado infinidad de cosas, yo me enfoco en lo que es el futbol, no habíamos hecho un mal partido, estábamos jugando bien, después tuvimos minutos fatales, el gol en contra, la discusión de dos jugadores, el siguiente gol... quedamos fuera. Se habló de indisciplina, de que no tenía carácter, de que no servía para este club como entrenador... no fue nada fácil. 
Tuvimos una charla con los jugadores, les dije que tendríamos que buscar un nuevo reto, les pedía mucho compromiso, teníamos que hacer una muy buena Liga y que teníamos la oportunidad de regresar a un Mundial de Clubes. Creció el compromiso de todos para mejorar cosas, de acercarnos más todos los que estamos involucrados, me conoces y el futbol es mi segunda familia y trato de estar bien, el batacazo nos ayudó a buscar una revancha y hoy, después de 136 días, este club sabe que tendrá su revancha en el Mundial de Clubes.

—¿Ya pudiste hablar con el señor Azcárraga?

Sí un poco, hablamos poco, después de la final subimos al palco a saludarlo, estaba muy contento. Pero a mí lo que me ha gustado de este club es que hay un título más en puerta y hay que ir por él, eso fue lo que nos mencionó.

—¿Ganar fue una carga menos?

De verdad esas cargas no existen aquí, aquí hay que ir por más, hay un título en puerta y se tiene que ir por él, aquí las únicas cosas que se aplauden son los títulos; entonces creo que es al revés, crece el compromiso y la exigencia. El reto que tengo es entregarle un título de Liga al América.

—¿Puedes aclarar eso de que no te ves en el Mundial de Clubes?

Siempre trato de ser realista, los entrenadores dependemos de los resultados, la ilusión y el sueño de regresar lo tengo, igual de quedarme muchos años aquí, pero sé que dependo de los resultados y más en este club, me veo y quiero sacarme esa espina que tengo, he luchado con el equipo para volver, pero en esa realidad faltan muchos meses, hay torneos en México, me partiré el alma para entregar buenos resultados que me permitan llegar otra vez, pero no es fácil decirlo, hay mucho por delante. Quiero estar, es mi sueño y mi ilusión.

—¿Cuál es la mejor virtud de tu equipo y cuál es el aspecto a corregir para la Liguilla?

La mejor virtud que tiene es que la mayoría de mis jugadores siguen teniendo hambre de títulos, eso es algo que no me preocupa, cuando les veo los ojos quieren pelear por más, ver a tipos que han ganado tanto aquí y cuando hablo con ellos me dicen 'profe, vamos por el otro', esa es una gran virtud. Y algo que debemos corregir es que hay partidos en los que hacemos las cosas bien que creemos que en cualquier momento ganamos, y nos hemos llevado batacazos, porque nos han metido goles y ya no reaccionamos.

—¿Qué tiene este club que no tiene otro para la Liguilla?

Es difícil responder, porque no conozco a todos, pero insisto, podría ser esa hambre y los deseos del dueño, los directivos, los jugadores y yo que soy parte de este cuerpo técnico, de ganar títulos. Siempre he creído que en un grupo que tiene hambre y en el que no hay arrogancia podrá volver a pelear por un título.

—Puedes ser el único técnico bicampeón de esta gestión directiva y has dicho que asumir la carga de favorito no les pesa.

Dios quiera, creo mucho en Dios, he encontrado mucha paz, me ha fortalecido mucho en las críticas, pero necesitamos trabajar con mucha humildad, ser sencillos y que la arrogancia no nos gane, saber que en los partidos que nos tengamos que poner el pico y la pala hay que hacerlo, y cuando tengamos que jugar al intercambio de golpes lo hagamos, pero dependemos de nosotros, de ese buen ambiente que tengamos, de ese compañerismo y compromiso por defender los colores del América y que a dónde vayamos y con quién nos toque hay que hacer buenos partidos.

—¿Sea con quién sea y dónde sea, América está listo para la Liguilla?

Superlisto, estamos conscientes de que va a ser una Liguilla muy complicada, han calificado muy buenos equipos que están atravesando un muy buen momento, pero América no es menos, está preparado para el que nos toque hacerle buenos partidos y luchar por el título.

—¿América campeón?

Lucharemos, vamos a luchar mucho por ser campeones.

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