Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- Si cree en las estadísticas, no hay mucho misterio: Estados Unidos le ganará 2-0 a México cuando ambos se enfrenten otra vez en el arranque de la fase final de las eliminatorias mundialistas de la Concacaf.

Después de todo, las cuatro veces que las dos selecciones se midieron en Columbus, Ohio, los dueños de casa se impusieron por ese marcador.

Pero cuidado. Es bien sabido que las estadísticas a veces engañan y que toda racha llega a su fin: una victoria mexicana no solo cortaría el maleficio sino que le daría oxígeno al técnico Juan Carlos Osorio en el inicio del hexagonal el viernes.

El fantasma del escandaloso 7-0 ante Chile en la pasada Copa América Centenario todavía sigue en el ambiente.

"Tratar de revertir esa estadística (en Columbus) es una oportunidad espectacular", pregona Osorio, quien vivió largo tiempo en Estados Unidos y dirigió a dos clubes de su liga profesional.

La hexagonal, cuyos tres primeros lugares aseguran el boleto a Rusia 2018 y el cuarto va a un repechaje con un rival de Asia, tendrá dos partidos más en la primera jornada, con las visitas de Panamá a Honduras y de Costa Rica a Trinidad y Tobago, respectivamente.

México con todas sus armas

Con viajes a Estados Unidos y a Panamá en las dos primeras fechas, Osorio echó mano a los mejores jugadores disponibles y probados, entre ellos a 14 que militan en clubes extranjeros y entre los que figura Carlos Vela, de la Real Sociedad de España, ausente en las convocatorias desde su participación en la Copa de Oro del 2015.

Convocó a su vez a jugadores que no estuvieron en la Copa América Centenario, como los hermanos Jonathan y Giovani Dos Satos, y la mitad del equipo que estuvo en el Mundial de Brasil.

El veterano Rafael Márquez vivió varias de esas derrotas pero asegura: "Vivo otra época con distintos jugadores y tratando de dejar atrás el pasado".

Jurgen Klinsmann, el timonel de Estados Unidos, también armó el mejor equipo disponible: 15 de los llamados tienen experiencia en Copa Mundial, 17 han jugado en partidos contra México y 11 en duelos eliminatorios ante ese país. Acusa la ausencia de su capitán Clint Dempsey, apartado de las canchas desde agosto por una arritmia cardiaca.

"Tenemos la intención de seguir con la tradición de ganar en Columbus", proclamó el técnico alemán, quien sufrió un duro golpe hace un año con la derrota de Estados Unidos ante México por 3-2 en Pasadena, California, por el pase a la Copa Confederaciones.

Sangre joven

Pasó páramos para avanzar al hexagonal final, pero ojo Panamá: Honduras, que busca su tercer viaje consecutivo a una Copa del Mundo, tiene a Jorge Luis Pinto y a una camada de jóvenes que se hizo notar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y ya sacan la cara en la selección mayor.

Pinto -el estratega que llevó a Costa Rica hasta los cuartos de final en Brasil- no solo conoce bien a Panamá sino que parece ir encontrando las piezas necesarias para hacer dura pelea. El volante Rommel Quioto y el delantero Alberth Elis son dos de ellas. Ambos se combinaron para el gol que dio la victoria sobre Canadá que aseguró el pase a la ronda final.

"La experiencia del profesor Pinto será clave para lo que viene", afirma Elis. Bajo la dirección de Pinto, Costa Rica le empató de ida a Panamá 2-2 y le ganó 2-0 de vuelta en el hexagonal anterior.

Sin embargo, Panamá le complica la vida cada vez más a sus rivales del área: En el pasado hexagonal derrotó en casa a Honduras 2-0 y le empató 2-2 de visita.

Dirigido por Hernán Darío Gómez --también de Colombia y mundialista-- Panamá abriga la esperanza de que este sea el proceso que lo encamine por primera vez a un Mundial.

Euforia de Keylor Navas

Buena noticia para Costa Rica con miras a su viaje a Trinidad y Tobago y la visita que le hará Estados Unidos: El arquero del Real Madrid se sumó al equipo centroamericano, uno de los llamados a llegar lejos.

Lesiones y compromisos con su club complicaron la presencia de Navas en la ronda previa de las eliminatorias, que los ticos solventaron, de todas maneras, sin sobresaltos y ganando su llave.

"Al estar lesionado siempre cuesta un poco regresar pero ahora me siento sin dolor, muy feliz", dijo Navas, revolucionando a su llegada el aeropuerto internacional de su país.

Navas fue una de las razones por las que los costarricenses tuvieron en Brasil la mejor Copa Mundial en su historia.