Querétaro, Querétaro.- Ricardo Anaya ha mentido reiteradamente en el caso de lavado de dinero por 54 millones de pesos en el que se le implica, según se desprende de la confesión que hizo hoy un personaje clave en la investigación: el chofer del empresario queretano Manuel Barreiro.
Luis Alberto “N”, chofer de Barreiro, confesó hoy ante una juez que se prestó a fungir como prestanombres en una operación simulada para beneficiar a Anaya, entonces presidente del PAN y hoy candidato de ese partido a la presidencia.
Por órdenes de Barreiro, amigo y socio de Anaya, Luis Alberto N, dio su firma para aparecer como propietario de la empresa Manhattan Master Plan Development, que pagó 54 millones de pesos a Juniserra, una compañía de Anaya y su familia
También te puede interesar: Anaya está metido en lavado de dinero: Javier Lozano
“Mi cliente en ningún momento dado pagó o pudo haber adquirido la empresa Manhattan… a mi cliente únicamente lo que hacían era ponerle los documentos y firmarlos sin saber lo que estaba firmando”, explicó Patricio Kegel, abogado de Luis Alberto N.
En una declaración a medios a las afueras del Centro de Justicia Penal Federal del Estado de Querétaro, Kegel explicó que -dado que él solo fue utilizado por su jefe en la operación- su cliente puso a disposición a las autoridades la bodega que fue propiedad de Ricardo Anaya.
“Esta bodega fue puesta a disposición del ministerio público quien actualmente ya la tiene”, apuntó Kegel.
El caso fue destapado originalmente el 20 de febrero por Adrián Xamán McGregor, el abogado de los lavadores de dinero confesos Alberto N y Daniel N, actualmente sujetos a proceso por la PGR.
Estos confesaron ante la Procuraduría que fueron contratados por Barreiro para simular una serie de operaciones financieras entre 2016 y 2017, que incluyeron transacciones por varios países y paraísos fiscales, y cuya finalidad era hacer llegar más de cincuenta millones de pesos Ricardo Anaya sin que hubiera rastro del dinero.
Xamán McGregor difundió documentación que prueba que los 54 millones de pesos fueron triangulados por diferentes países y paraísos fiscales antes de terminar en las cuentas bancarias de Anaya y su familia.
El candidato panista fue cuestionado por haber comprado un terreno a su socio Barreiro, y luego habérselo revendido a cinco veces su valor original al mismo Barreiro, y además haber recibido como pago dinero lavado.
Al menos en cuatro ocasiones, Ricardo Anaya negó conocer que los recursos que recibió habían sido lavados, y al menos en otras cuatro ocasiones rechazó que su socio Barreiro fuera el comprador de la nave industrial.
“Yo le vendí a una empresa que se llama Manhattan Master Plan, su accionista principal es un accionista principal es el arquitecto Juan Carlos Reyes, es un arquitecto muy conocido”, dijo Anaya, en un video difundido en redes sociales el 25 de febrero. Esta misma versión la repitió en al menos dos entrevistas y un comunicado de prensa.
Una investigación periodística de hace unas semanas, sin embargo, demostró que se falsificaron las firmas y se alteraron actas constitutivas ante Notario para que el arquitecto Reyes apareciera como dueño de la Manhattan Master Plan, en lugar de Luis Alberto N.
La declaración rendida hoy por Luis Alberto N. ante la juez de Querétaro, comprueba que Barreiro, socio y amigo de Anaya, sí era el dueño de la empresa que le pagó 54 millones de pesos ‘lavados’ al hoy candidato panista, contrario a lo que éste había declarado.