Agencias
MÉXICO, D.F.- Durante algunos minutos en la pantalla, don Ruperto Guevara ha sido doctor, policía, guardabosques, charro, boxeador, mafioso y revolucionario entre otras cosas. En la vida real ha despachado pulque, ha sido obrero, compositor, promotor de espectáculos, y extra en películas, comerciales y series de televisión.

Don Ruperto ha convivido de cerca con la fama gran parte de su vida sin ser propiamente una estrella, y aunque asegura que eso ya no le interesa, reconoce con cierta melancolía que le hubiera gustado tener en su juventud las oportunidades que se le abren en el medio artístico ahora, cuando ronda los 70 años de edad, según informa Notimex.

"Me están tocando cosas muy buenas, me han dado oportunidad de trabajar en producciones importantes, y eso me llena de satisfacción porque eso es lo que esperaba yo de joven", recuerda, mientras muestra un viejo galerón en la parte trasera de su casa, que sirve como cuarto de ensayos para el conjunto musical Karibú, que tiene junto con sus dos hijos.

Relata que en la década de los 50, antes de cumplir 15 años de edad, dejó su tierra natal Tecocomulco, Hidalgo, para buscar fortuna en el Distrito Federal. "La inquietud que tenía yo (al salir de mi pueblo) era la de componer canciones y ser famoso, cosa que no he logrado. Sí he hecho muchas cosas, pero no he logrado ser famoso. Ya a estas alturas eso no me importa".

"Cuando nos ponen a hacer un escena, prácticamente ya sabemos lo que tenemos que hacer"

En vísperas del Día del trabajo, recuerda que su primer empleo en la capital fue como despachador en una pulquería, propiedad de un señor llamado Gerardo Cuevas quien, afirma, se convertiría en papá del famoso pugilista y campeón mundial José "Pipino" Cuevas.

Por 18 años trabajó como encuadernador en la Editorial Novedades, donde se armaban populares historietas como Libro Policiaco, Chanoc y Alma Grande, pero alternativamente buscaba abrirse un espacio en la industria musical y el ambiente artístico.

Por ello aceptó la invitación que le hicieron para ser extra en la película "El Diablo en Persona" (1973), estelarizada por Valentín Trujillo y Lalo "el Mimo". Su participación en dicha cinta se redujo a cruzar la calle vestido de charro del brazo de una muchacha. Así comenzó su carrera como extra.

De ahí, asegura, le entró una fascinación por el ambiente artístico que lo llevó a dejar el trabajo en la editorial para dedicarse a diversas actividades en las industrias de la música y el cine.

En ese tiempo asegura haber participado en más de 12 películas, principalmente cómicas y del género "de ficheras", como "Ésta y la otra con un solo boleto" (1983), "Más buenas que el pan" (1987) y "Yo soy el asesino" (1987).

Hasta un cine montó

Siguió alternando participaciones en películas y organizando eventos para sobrevivir y mantener a su familia, incluso intentó montar un cine en el mismo galerón construido en el patio de su casa en la colonia La Presa, en el municipio de Tlalnepantla, pero fracasó con la llegada de las cintas de video.

El "Cine Guevara"- cuya placa aún se observa en la entrada- se convirtió en un salón de baile, en el que se llegaron a presentar Rigo Tovar, Los Gatos Negros y otros grupos de la onda tropical.

Decidido a triunfar en la música, invirtió para crear un grupo tropical llamado Luz Negra, que no logró despegar del todo, pero logró que el grupo Costamar interpretara uno de sus temas, que pasó casi inadvertido por la radio.

Ya en los 90, reconoce que prácticamente "obligó" a sus dos hijos a aprender a tocar y participar en su grupo Karibú, con el que sigue hasta la fecha, aunque de manera esporádica, pues asegura que las tocadas están a la baja contrario a sus apariciones en la tele.

"Artista" de Televisa y TV Azteca

Últimamente ha aparecido en telenovelas y series tanto de Televisa como de Tv Azteca y producciones extranjeras, como "La Fortuna", "Corona de Lágrimas", "Cada quien su santo", y "Pasión Morena" en las que, cuenta con orgullo, se le ha permitido decir algunos parlamentos e incluso improvisar.

Pero tal vez su aparición más reconocida fue un spot de Josefina Vázquez Mota. En el anuncio la ex candidata presidencial lo abraza, y el fotograma con la escena fue reproducido en varios anuncios espectaculares durante las campañas e incluso motivo de burlas en las redes sociales, por lo acartonado que lució el abrazo por parte de la ex funcionaria.

"Nosotros ya somos extras con mucha experiencia, somos profesionales, cuando nos ponen a hacer un escena, prácticamente ya sabemos lo que tenemos que hacer. Difícil cuando entra una persona nueva", asegura.