Cecilia Ricárdez/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- ¡Dios bo’otik!, (“Dios se lo pague”, en maya) fue la expresión más clara y honesta de los niños de las comunidades de Yucatán que recibieron sus juguetes recolectados en la campaña 24x24, y es la frase con la que Grupo SIPSE agradece a los miles de donadores que hicieron posible multiplicar sonrisas en esta sexta edición.

El idioma no fue una barrera para las jornadas de entregas, al contrario, fue la oportunidad para que voluntarios y beneficiados se comunicaran; los pequeños bilingües ayudaron pasando la voz entre sus contemporáneos para que en cada llegada de la caravana de Santa Claus se dirigiera al punto de encuentro y recibieran su juguete.

Madres de familia y niños, sonrientes con regalo en mano, repetían ¡Dios bo’otik!, y el equipo les respondía con un “gracias”, por darnos la oportunidad de entrar a sus localidades y compartir momentos de felicidad que se imprimirán en las memorias de sus habitantes y de quienes participaron en esta loable misión.

Como parte de la ruta se incluyeron las localidades de Tixcacal, Quintero, de Huhí, donde los primeros en llegar fueron Rubí Esmeralda Félix Aké, de seis años; Manuel Montero Aké, de tres años, y su hermanito, el bebé de brazos, Jesús Eduardo, quienes inauguraron la entrega en su comunidad.

El camino continuó en la comisaría Zavala, del municipio de Sotuta, donde los niños recibieron con abrazos a Santa Claus. Muchos acompañados de sus madres agradecieron la visita y hasta despidieron con un aplauso esta muestra de solidaridad con los pequeños que celebran una feliz Navidad.

La entrega también llegó hasta el municipio de Cantamayec, primero a la cabecera municipal y posteriormente a su comisaría Nenelá. En cada parada se repetía la escena de felicidad, la llegada de los niños sonrientes por la sorpresa. También la localidad de Xayá, del municipio de Tekax, se sumó a la ruta y  prosiguió en el Tixméhuac en su parque principal, seguido de su comisaría Chicán.

Todos con regalos y con Santa

Respetando las reglas de convivencia para que nadie se quedara sin regalo, los pequeños no se fueron con las manos vacías; además, vivieron la experiencia de conocer a su personaje favorito de Navidad y constataron que su capacidad nata de asombro se puede alimentar con una sencilla, pero significativa visita.

“¡Ojalá vuelvan el próximo año!”, exclamó un niño con su juguete en mano, manifestando su ilusión de que su comunidad cada año pueda estar registrada en el radar de Santa Claus, porque casi no visita su zona. 

Su petición se hace extensiva no sólo a Grupo SIPSE, sino a todos los miembros de la sociedad que el próximo año se haga realidad el deseo de este niño. Y es que con tan sólo un juguete, la experiencia de vida de un pequeño puede marcar su infancia de manera positiva.

Con la noche llegó la recta final de la jornada de entregas, en el municipio de Mama, donde Santa Claus y la caravana de SIPSE se ubicaron en el parque del Ayuntamiento, en el cual los policías ayudaron a vocear la noticia de la visita de Papá Noel. 

Con esta poderosa convocatoria, cientos de niños acudieron al llamado dejando todo lo que estaban haciendo para no desaprovechar la oportunidad de obtener un juguete nuevo y una Navidad inolvidable.