Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- Las generaciones contemporáneas de escritores latinoamericanos crecieron a la 'sombra' de Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, Pablo Neruda y Augusto Roa Bastos, aunque ahora los consideran sus 'abuelos' con quienes "no se discute" aunque tampoco se sienten obligados a brindarles pleitesía.

Las "sombras gigantes" de los 'próceres' de la literatura latinoamericana y su vigencia en la narrativa de los tiempos presentes fue debatida por el Segundo Diálogo de Escritores Latinoamericanos organizado por la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, en curso actualmente en la capital Argentina, publica ANSA Latina.

El paraguayo José Pérez Reyes fue quien definió a Roa Bastos como "un abuelo y ya sabemos que con los abuelos no se discute", al aceptar desde una visión crítica que el autor de "Yo el supremo" se convirtió "en el Santo Patrón de la literatura paraguaya".

Roa Bastos fallecido en 2005 "se ha vuelto intocable" desde la década pasada y después de haber permanecido "ignorado pero no censurado" durante la dictadura de Alfredo Stroessner que concluyó en 1989, el mismo año en que el escritor recibió el Premio Cervantes.

Pérez Reyes cuestionó que los estudiantes secundarios de Paraguay estén obligados por los planes de estudio a "un acercamiento un poco forzoso a la lectura de 'Yo el supremo" que "exige una complejidad enorme que inhibe a un alumno de 15 a 16 años".

Roa Bastos sólo ha sido abordado como personaje por la escritora Mónica Bustos, presente en el auditorio, para quien el escritor "no ha sido el Dios Supremo", comparó Pérez Reyes.

Borges, insuperable

"Borges ha sido más abuelo que padre de mi generación de narradores", coincidió el argentino Carlos Gamerro, aseverando que las nuevas generaciones de escritores "reniegan de Borges como modelo".

"No lo sentimos a Borges soplando en la nuca cuando escribimos novelas o cuentos, pero es inevitable su referencia cuando abordamos el ensayo porque sigue siendo insuperable", afirmó Gamerro.

El escritor argentino, licenciado en letras y dramaturgo, admitió, sin embargo, que "en la literatura argentina no existe la opción Borges o Sábato o Borges o Cortázar. Es Borges y el resto como decir Diego Maradona y el resto del equipo".

El uruguayo Amir Hamed destacó que Borges sí constituyó "la educación sentimental" de los escritores de su país en la década del 60 porque "estaba vivo y estaba ahí, enfrente, en Buenos Aires", aunque la "sombra" que se proyecta ahora e instala una referencia ineludible es Juan Carlos Onetti.

"Ahora pienso que Onetti es como Gardel: cada día escribe mejor", resaltó el narrador, traductor, músico y editor uruguayo.

Neruda: padre literario

El chileno Leonardo Sanhueza aseguró que Pablo Neruda fue "como un padre literario que influenció a varias generaciones" aunque en su opinión ese pedestal ha sido compartido -desde la calidad estética - con Gabriela Mistral y Vicente Huidobro, a quien definió "como el precursor de la poesía moderna en Chile".

"La influencia de Neruda estuvo en primer lugar porque fue un intelectual poderoso que encarnaba al poeta nacional que hablaba por todo un pueblo, hasta el golpe pinochetista" afirmó Sanhueza, que precisamente en 2012 recibió el Premio Pablo Neruda por su producción poética.

Para Sanhueza ha quedado de Neruda "la influencia de sus primeros libros, que fueron mejores" y aseguró que "el campo literario chileno es todavía un campo de batalla en el que sobreviven los mejores. Por eso tenemos tan buenos poetas".